El «corralito» bancario atrapa en Argentina a miles de gallegos decididos a retornar

ANXO LUGILDE A CORUÑA

GALICIA

La indisponibilidad del dinero obliga a regresar a América a hijos de emigrantes recién llegados a Galicia El «corralito» financiero argentino se ceba con víctimas gallegas en Europa y América. Miles de emigrantes posponen sus planes de retorno por falta de dinero en efectivo.

25 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Al mismo tiempo, los jóvenes Carlos y Marta han tenido que volver a su Patagonia natal al quedarse sin medios de subsistencia en Xinzo de Limia. Manuel, un gallego que estaba vendiendo sus propiedades para regresar, está varado en Santa Fe, en el interior del país. Otros, como Carmen Oubiña, de Cambados, guardan en sus casas varios miles de dólares, que retiraron de los bancos durante el verano y el otoño. Hay muchos gallegos desesperados, como una viguesa que intenta cobrar la indemnización de su marido. Manuel y su mujer, nacidos en Galicia y radicados en Santa Fe, a 600 kilómetros de Buenos Aires, preparaban hace unos meses su regreso. Como en otros muchos casos, el motor del retorno era su hija, que emigró a España con su familia. Los padres vendieron las propiedades de ella y buscaban un comprador para su casa, cuando el Gobierno bloqueó las cuentas y los atrapó. «Están sufriendo mucho, intentando sacar el dinero de los bancos, haciendo colas», explica Graciela Pérez, secretaria del Centro Gallego de Santa Fe. Graciela aprovecha la ocasión para preparar su propio retorno: «¿Cuánto cobra un fotógrafo en un periódico gallego? ¿Hay trabajo en Galicia? ¿Se vive muy bien ahí, verdad?», interroga al periodista. En la misma ciudad, Santa Fe, una viguesa cobró en noviembre la indemnización por el accidente laboral que dejó inválido a su marido. Ingresó el dinero en el Banco de Galicia, y ya no ha podido tocarlo. Estos días intenta aprovechar las medidas que suavizan el corralito para paliar su repentina pobreza. «Todos piensan en volver» «El que tenía dinero en mano porque había hecho alguna venta o cobrado por un despido o indemnización está pensando sobre todo en regresar a Galicia porque nadie piensa en invertir aquí», apunta Benito García, dirigente de la Federación de Asociaciones Gallegas. Adonis Pampín, taxista y presidente de la Asociación de Vila de Cruces en Buenos Aires, tenía apalabrada la venta de una propiedad, con la vista puesta en un retorno que nunca deseó pero que ahora impulsa su hija. «No vendí porque me iban a pagar con un cheque de dinero atrapado en el corralito. Te transfieren la plata a tu cuenta pero no la puedes cobrar. Así que es mejor tener la propiedad», apunta. «Sí, hemos notado este mes una bajada en la llegada de retornados», informa Toni Fernández, presidente del Centro Argentino de Ourense-Verín, uno de los tres que existen en Galicia, pues también los hay en Vigo y en Santiago. Toni acaba de despedir a Carlos y Marta, nacidos como él en Santa Cruz, en la Patagonia, e hijos de ourensanos: «Se quedaron sin dinero porque no podían sacar lo que cobran por los alquileres que tienen allá. Volvieron a Argentina para ver si lo arreglan», explica.