La moda gallega quiere lograr el liderazgo mundial en el siglo XXI

La Voz

GALICIA

Cuatro creadores piden apoyo institucional para la formación de diseñadores Galicia puede llegar a desbancar a Italia como líder mundial de la moda a principios del próximo siglo. Cuatro de los diseñadores exponentes de la moda autóctona, Antonio Pernas, Purificación García, Olga Ríos y Javier Cañás Caramelo, resaltaron esta idea en el foro Voces de Actualidad que tuvo lugar ayer en la sede de La Voz de Galicia.

14 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Diseño y sistema. Sólo estas dos piezas forman el puzzle del éxito de la moda gallega dentro y fuera de la comunidad y de España. O lo que es lo mismo, creatividad y empresa. Con esta conjunción los profesionales de la moda de Galicia explican el origen del boom mundial de la moda gallega, un sector que facturó cerca de quinientos mil millones de pesetas el pasado año. Cuatro de sus grandes exponentes _Antonio Pernas, Purificación García, Olga Ríos y Javier Cañás Caramelo_ participaron ayer en el foro Voces de Actualidad organizado por la Fundación Fernández La-torre, del Grupo Voz. En él explicaron los pasos que les han permitido pasar de nada a mucho, y mantenerse en una posición de priviligio en el mercado. Los cuatro coinciden, con más o menos satisfacción, en que la buena distribución y sistema económico y de mercado ha permitido el despegue. «Hemos trabajado con mucho amor y con poco conocimiento. Con más conocimiento, como tenemos ahora, podemos llegar muy lejos», apuntó Antonio Pernas, a pesar de que preferiría que la cultura superara a la economía. El diseño ha tenido que dejar a un lado parte de su creatividad para hacerse importante en el mercado. Así lo destaca Purificación García, que apuntó que al sacar una colección hay que pensar siempre en vender. Olga Ríos destacó el carácter trabajador del gallego, que fue lo que permitió que, en el caso de la peletería, «ésta fuera la única comunidad que soportara y superara los años de crisis». Javier Cañás Caramelo es más crítico con la situación de la moda como empresa. «Aún estamos a la altura del tobillo, aunque algunos crean que ya hemos tocado cielo _explicó el empresario, que facturó cerca de diez mil millones en 1999_. En este sector no hay nada superfluo, porque de él dependen miles de puestos de trabajo». Futuro El futuro hacia el que mira Caramelo y sus compañeros de mercado pasa por un avance en la integración constante de tecnología. Antonio Pernas coincide en apreciar esta necesidad, aunque insiste en que no se puede obviar el pasado, la tradición y la historia del diseño de moda.