
Airbus, Babcock y Telespazio se suman como socios tecnológicos e industriales al polo sectorial y contribuirán a la consolidación de la aceleradora BFAero impulsada por el Gobierno autonómico
29 nov 2022 . Actualizado a las 11:27 h.Galicia ha apostado por la industria aeroespacial y el sector se está consolidando. El Polo Aeroespacial impulsado por la Xunta en Rozas (Castro de Rei, Lugo) cuenta con tres nuevos socios tecnológicos del peso de Airbus, Babcock y Telespazio que se unen a un grupo del que ya formaban parte auténticos gigantes empresariales como Indra y Boeing. Los Orzamentos autonómicos ya reservan para el año que viene 27 millones de euros para esta iniciativa, que ya tiene programados más de 300 millones de fondos público-privados y aspira a aumentar esta inversión si finalmente el Polo tiene encaje en los fondos europeos.
Los tres nuevos socios estratégicos contribuirán a la consolidación de la aceleradora Bussiness Factory Aero (BFAero), que emprende ahora su cuarta edición, y al desarrollo de los proyectos participantes. En esta convocatoria fueron 88 las propuestas presentadas, de las que se han seleccionado once. Ocho son gallegas y las otras tres de Cataluña, Navarra y Uruguay. Este año se ha incorporado como novedad la fase de incubación, en la que participan tres proyectos; en la de aceleración son cinco, y en la de consolidación, tres. El objetivo es que entre la cuarta y la quinta edición de la BFAero se inviertan un total de 7,2 millones de euros con los que se pretende dar apoyo a 25 empresas del sector.
En la fase de aceleración destaca el proyecto de Soluciones Aeronáuticas de Galicia (Saega), una empresa de la Serra de Outes especializada en drones que ha bautizado su prototipo como Anduriña 25. «Es una plataforma novedosa, con un diseño innovador y patentado. Despega y aterriza como un multicóptero, en vertical, y vuela como un avión de ala fija», explica Óscar Piñeiro, socio fundador junto a Pedro Outón de una firma a la que se acaba de incorporar José Álvarez. «Es un dron seguro, porque todos sus sistemas críticos son redundantes. Si se parara uno de los ocho motores podríamos seguir volando. Ya solo por eso nos diferenciamos del resto del mercado. Además, puede transportar cargas de hasta cinco kilos y hemos cuidado mucho la aerodinámica, haciéndolo muy eficiente para reducir drásticamente el consumo de energía», añade.
De la BFAero, Saega espera poder realizar las últimas pruebas de vuelo horizontal y de transición que les permitan contar con un producto comercial y poder iniciar la fabricación en serie a finales del 2023. También, obtener la visibilidad y credibilidad que da pertenecer al ecosistema que la Xunta ha creado en los últimos siete años alrededor del Polo Aeroespacial de Galicia. «Es una validación y un gran impulso», sostiene Piñeiro.
Esa visibilidad y credibilidad es algo en lo que coinciden todas las empresas con proyectos seleccionados para la BFAero. Y es que Galicia se ha convertido gracias al polo de Rozas en una auténtica referencia internacional en el sector aeroespacial y en especial en el de los drones. Como muestra, la firma uruguaya que figura entre las once que han sido seleccionadas este año, que contrató a una consultora estadounidense para que le indicase qué lugar en el mundo escoger para dar un impulso internacional a su proyecto. La seleccionada fue Galicia.