Investigan la resiliencia del bosque europeo

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

GALICIA INNOVA

Martina Miser

Resonate es un proyecto del programa marco de la Unión Europea H2020 en el que doce países evaluarán la capacidad de aguante ante el cambio climático; los científicos gallegos también están presentes

19 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

 ¿Qué capacidad de aguante tiene el pino gallego ante los embates del cambio climático? ¿Y la cadena de valor, es decir, la estructura socioeconómica que de él se deriva? La respuesta trata de encontrarla un proyecto, denominado Resonate -Resilient forest value chains-enhancing resilience through natural and socio-economic responses, algo así como cadenas de valor forestales que mejoran su resiliencia a través de respuestas naturales y socioeconómicas-, enmarcado en el programa marco de la Unión Europea, H2020. Son veinte instituciones y organismos de doce países europeos y entre ellos un equipo de la Universidade de Vigo, formado por investigadores de la Escola de Enxeñaría Forestal y del grupo Rede. Además, dentro de Resonate está también la Axencia Galega da Industria Forestal, Xera, adscrita a la Xunta de Galicia.

Resonate analiza casos de estudio. Es decir, masas forestales concretas para ver cuál es su comportamiento ante perturbaciones -fenómenos bruscos, como puede ser un incendio- y factores de estrés -cambios más graduales, como el calentamiento global-. No solo la masa forestal, sino toda la cadena de valor que rodea a ese espacio natural. Dentro de estos casos de estudio hay ejemplos de diferentes escalas, temáticas y problemáticas. Por ejemplo, Finlandia en su totalidad. O, y aquí entra de lleno el grupo gallego, los bosques de pinos del sur de Galicia y el norte de Portugal. «O noso caso é unha cadea de valor trasnacional para intentar ver que efecto teñen as fronteiras, sobre todo na parte socio económica, e a cadea do piñeiro márcase moi ben entre Galicia e Portugal, polo que vai a ser o único caso trasnacional dentro do proxecto», apunta Juan Picos, profesor en Enxeñaría Forestal y coordinador del proyecto por parte de la Universidade de Vigo.

Picos afirma que aunque en principio el proyecto se centra en el cambio climático y en cómo este perturba a los bosques y a la estructura socioeconómica que de ellos se deriva, en realidad la metodología que desarrollen hasta el año 2024, cuando termine la primera fase, servirá para múltiples variables y condicionantes. Por ejemplo, cómo afecta el covid a este entorno, o el cambio de preferencia de los consumidores, «a preocupación polo cambio climático e a necesidade de substituír combustibles fósiles por produtos que dependen da bioeconomía tamén está relacionada co cambio climático, aínda que sexa indirectamente».

¿Todas las masas forestales y su cadena de valor son igual de resilientes? Es lo que pretenden averiguar los investigadores. Pero en principio hay muchas diferencias entre unas y otras. Los bosques de abetos de Centroeuropa, apunta Picos, están sufriendo plagas derivadas del debilitamiento de las masas forestales por la sequía, lo que hace que aparezcan insectos que destruyen árboles en miles de hectáreas, «case con peores resultados que os nosos peores anos de incendios, co engadido de que esa madeira sae de golpe ao mercado e altera toda a cadea de valor».

Una vez finalice esta fase de estudio los participantes tratarán de elaborar un modelo representativo, un marco lógico «que nos permita xogar coas variables e ir medindo os seus efectos. É como un túnel de vento no que se pode simular a aerodinámica e resistencia do coche para que responda mellor», cuenta Picos.

Resonate trata de generar un modelo matemático para poder medir la resiliencia del bosque y su entorno, pero el objetivo final es hacer una serie de propuestas para mejorar esta resiliencia. «A parte final do proxecto serían estas propostas para incrementar esa resiliencia dentro de cada un dos casos de estudo -nueve en total-, e tamén en xeral nas cadeas de valor». Después tendrán que ser los organismos europeos, o a otra escala, los que tomen decisiones políticas que contribuyan a aplicar estas medidas. Pero los investigadores quieren dejar el trabajo bien hecho y ser capaces de medir si los sistemas forestales son lo suficientemente estables para absorber los cambios que puedan llegar.

A principios de octubre representantes de las entidades que participan en el proyecto, coordinado por el Instituto Forestal Europeo, se reunieron ya en la República Checa en el primer encuentro de trabajo de esta investigación, financiada con cinco millones de euros de estos fondos europeos.

Agentes transversales

Para que todo esto sea efectivo las administraciones y sus políticas forestales deben implicarse. En Galicia ya lo han hecho. La Axencia Galega da Industria Forestal (Xera) colabora de forma transversal en todas las actividades del proyecto, y en concreto se centrará en identificar los factores de resiliencia de las cadenas de valor, en la percepción de los factores estresantes relacionados con el cambio climático y en la toma de decisiones adaptativas en esas cadenas. También participa en el análisis de escenarios de perturbaciones futuras e impactos en la biodiversidad, y en la búsqueda de enfoques para aumentar la resiliencia de la cadena.

Toma de decisiones

Pero quizás lo más novedoso en este tipo de proyectos es que Xera aplicará de forma práctica las conclusiones del proyecto. Montserrat Rodríguez, directora de innovación en esta agencia, asegura que, «xunto cos axentes decisivos de cada zona, e baseándose na metodoloxía de deseño centrado no usuario, desenvolveranse contidos específicos adaptados e ferramentas que realmente lles axuden na toma de decisións. Calquera que teña unha empresa do sector poderá aplicar os resultados do proxecto sen que sexa científico, vaise a facer ese esforzo de tradución, por así dicilo. Iso é o máis novidoso».

Se trabajará con la cadena de valor de la industria forestal y madera, y los resultados de este proceso de cocreación se incorporarán a la Axenda de Impulso da Industria Forestal-Madeira, definida con las empresas del sector. Un proyecto ambicioso que no solo medirá la resiliencia de los bosques y su cadena de valor, sino que logrará herramientas para mejorarla.