Un impulso para unas pymes más innovadoras en Galicia

B. casal SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA INNOVA

El programa llegará a unas 40 empresas que tendrán que alinear su plan tecnológico con las prioridades de la Estratexia de Especialización Intelixente
El programa llegará a unas 40 empresas que tendrán que alinear su plan tecnológico con las prioridades de la Estratexia de Especialización Intelixente ALBERTO LÓPEZ

La cuarta edición del programa InnovaPeme movilizará hasta 5,6 millones de euros para potenciar las capacidades tecnológicas de la pequeña y mediana empresa gallega

18 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El espaldarazo necesario para que la pequeña y mediana empresa gallega potencie sus actividades innovadoras. Ese es el objetivo del programa InnovaPeme, una iniciativa coordinada por el Gobierno gallego, que acaba de abrir el plazo de solicitud para su cuarta edición. La previsión de la Xunta es llegar a unas 40 microempresas y pymes gallegas, y en total, contando también con la colaboración público-privada, se espera movilizar 5,6 millones de euros, de los 2,8 correrán a cargo de esta línea de ayudas autonómicas. Cada beneficiario obtendrá entre 40.000 y 100.000 euros, según sus necesidades.

Este apoyo económico se destinará a financiar actividades innovadoras que se coordinarán a través de un plan de actuaciones -que habrá que presentar para optar a la ayuda- con el que la empresa buscará iniciar, intensificar o mejorar su desempeño tecnológico. Es decir, que los proyectos que se presenten podrán ser para arrancar en materia de innovación o para ahondar en la misma. Los recursos, por tanto, se dirigirán a potenciar esa función innovadora, a la identificación de tecnologías clave o a la mejora de la comercialización de servicios innovadores, así como a la captación de financiación para aumentar esa innovación o a la protección industrial de los resultados.

Una de las novedades de esta cuarta convocatoria consiste en la exclusión de aquellas pymes beneficiarias de anteriores ediciones del InnovaPeme. De esta forma se busca llegar al máximo posible de empresas y priorizar, por tanto, a aquellas que todavía no han recibido la ayuda para acometer ese salto innovador. Además, bajo esta premisa se pretende desarrollar y fortalecer un tejido empresarial competitivo y basado en la innovación, al tiempo que se genera empleo cualificado en Galicia.

El plan que tienen que presentar las solicitantes deberá estar alineado con alguna de las prioridades de la Estratexia de Especialización Intelixente de Galicia (RIS3) y las actuaciones que planteen se extenderán por un mínimo de un año y como máximo hasta el 30 de septiembre del 2022. Por otro lado, también será necesario presentar el informe Innobench; un sistema de medición en el que ha colaborado la Axencia Galega de Innovación (Gain), el Consorcio da Zona Franca de Vigo y el grupo Rede de la Universidade de Vigo. Este documento se adjuntará en el momento de solicitarse la ayuda y también cuando se finalice el plan, lo que permitirá tener una visión de las necesidades iniciales y los resultados finales, aseguran desde la Xunta.

Resultados del programa

Las empresas que se han beneficiado de este programa, puesto en marcha en el 2017, han sido un total de 124. El presupuesto invertido por la Xunta alcanza los 10,6 millones y se han movilizado, incluyendo estos, hasta 21,2 que han ido parar al I+D+i. La mayoría de apoyos se han dirigido a microempresas, que han concentrado el 44 % de las ayudas, mientras que el 35 % ha sido para pequeñas empresas y el restante (21 %) para medianas. Cabe destacar, además, que la mayoría de las beneficiarias (78 %) nunca se habían acogido a alguna ayuda de la Axencia Galega de Innovación y este apoyo económico, para muchas, fue el primer impulso de este tipo para dar el paso como empresas innovadoras.

Por sectores, los más beneficiados han sido hasta ahora los relacionados con el mundo de las TIC, la ingeniería o la industria agroalimentaria. Por puestos de trabajo, se han mantenido o creado un total de 618 empleos y se está impulsando la colaboración con más 150 organismos, como universidades o centros tecnológicos.

El InnovaPeme se complementa con la interrelación con otras iniciativas como los fondos de capital riesgo de XesGalicia, el programa ReAcciona o la red de aceleradoras y programas de talento de la Xunta. 

La CEO de Fiablone, en el centro, junto a la responsable de producción (izq) y a la comercial
La CEO de Fiablone, en el centro, junto a la responsable de producción (izq) y a la comercial MARTA G. BREA

El obrador de embutido que apuesta por el I+D

Apostar por la innovación no está reñido con el sector alimentario, sino más bien todo lo contrario. Fiablone, un obrador de productos veganos, es buen ejemplo de ello: sus tres socias arrancaron prácticamente desde cero en el 2016 con el proyecto gracias a la aceleradora ViaGalicia y tres años después llegaron al InnovaPeme para profundizar en la innovación de la empresa. Su producto estrella es el chorizo de calabaza, que comercializan bajo el nombre de Calabizo, y eso, de entrada, ya entraña sus complicaciones.

«Nuestro producto requiere de constante I+D, porque aunque no tienes una tecnología punta sí que tienes que ajustar el proceso para llegar al producto que tenemos. No es lo mismo trabajar con proteínas animales que con vegetales, como hacemos nosotras», describe Edurne Sendra, que dirige esta empresa asentada en el parque empresarial Porto de Molle, en el concello de Nigrán, junto a sus dos compañeras Sofía Calvo (responsable de producción) y Keila Pousa (responsable comercial).

En su caso, el programa de ayuda de la Xunta redunda en varios aspectos en los que Fiablone quería dar un cambio. Por un lado les ha servido para poner en marcha un departamento de I+D con vigilancia tecnológica, con el que se han especializado para estar al tanto de distintas ayudas a las que pueden optar, congresos a los que asistir o colaboraciones que hacer.

Dicho de otra forma: estar en todo momento alerta con nuevas posibilidades para innovar y seguir desarrollando propuestas. Por otro lado, el obrador también ha implementado una herramienta que incluye distintas funcionalidades, que van desde el control de recepción de producto, su trazabilidad o facturación. «Todos los procesos están informatizados y de esta forma podemos controlar nuestro stock o incluso atraer nuevos clientes», apunta Sendra.

Con este salto innovador también le han dado una vuelta a la comunicación con el cliente, han aprovechado para acometer mejoras en sus procesos y han abordado la creación de nuevos productos. Uno de ellos es el potaje de garbanzos vegano, que ya se está comercializando, mientras que por ahora preparan el lanzamiento de otros tres productos que ya tienen diseñados. «Iremos sacando novedades a medida que tengamos la capacidad para ello», matiza la CEO de Fiablone, cuyo objetivo sigue siendo crecer más todavía, si bien el covid ha ralentizado las previsiones que tenían.

Digitalización

Edurne Sendra aclara que la suya «no es una empresa 4.0, ni mucho menos, pero la ayuda ha servido para poner muchas de nuestras ideas en orden». Entre ellas, el catálogo digital con el que ahora cuentan y las nuevas formas de trabajo que se han fijado en Fiablone. «No hay personal nuevo de I+D, pero sí que tratamos de especializarnos y dotarnos de protocolos para tener la innovación muy presente. Fijamos reuniones semanales para tener una rutina, ver cómo están las cosas y ver con qué o con quién podríamos contar en nuestros desarrollos», señala Sendra.

La directora de O Lecer, en primer plano y en el centro, junto a su equipo del hogar residencial
La directora de O Lecer, en primer plano y en el centro, junto a su equipo del hogar residencial

Inteligencia artificial en el cuidado de mayores

Desarrollo tecnológico para mejorar el cuidado de sus residentes. Esa es la idea que quiso poner en marcha O Lecer Senior Care, un hogar residencial para mayores en la parroquia de Matamá (Vigo), cuando solicitó el programa InnovaPeme hace dos años. En su caso se dedican a la atención residencial y la metodología que utilizan es la de la atención centrada a la persona, por lo que la ayuda de la Xunta estaba muy enfocada a mejorar sus procesos internos y, por tanto, el trato a los residentes.

La inversión que plantearon fue de 80.000 euros, de los cuales consiguieron subvencionar la mitad, y con ello apostaron por una aplicación con varias vertientes que todavía están implementando y ajustando en el día a día. «Nosotros trabajamos poniendo al cliente en el centro de los procesos y para ello tenemos muy en cuenta su historia de vida, las actividades en las que le gusta participar, qué importancia tienen para ellos y demás», explica Rebeca Rebolo, directora y fundadora de O Lecer, «y a partir de un análisis de lo que el cliente quiere o necesita, articulamos unos servicios; no es que tengamos unos determinados entre los que el residente escoja, sino que a partir de lo que necesitan ofrecemos», añade. Esa atención individualizada, señala Rebolo, implica ciertas dificultades operativas y por ello se decidieron a mejorar sus procesos gracias a la innovación y la tecnología.

Por un lado, la aplicación utiliza la inteligencia artificial —concretamente el machine learning— para seleccionar a los futuros residentes de la mejor forma. «Mediante las características de nuestros residentes y de los candidatos a entrar, el algoritmo procesa esos datos para ver cuál es el más idóneo», señala Rebolo. Dicho de otra forma: el sistema que han desarrollado escoge a las personas más adecuadas para compartir estancias y habitación con la gente que ya vive en la residencia. «Sería aplicar la atención centrada en la persona incluso antes de que entren en el centro», destaca su directora.

Además de esa función, ese sistema les permite recopilar datos, algo que viene fundamentado en el plan de atención y vida de la persona con la que trabajan. Al margen de recoger esa información para llevar a cabo los procesos de matching entre los candidatos que quieran entran y los residentes, el sistema también permite enviar esa información a las familias. «Tiene esa doble vertiente: interviene tanto en el acceso como en la generación de informes para los familiares», resume Rebeca Rebolo.

Ensayo y error

La ayuda económica del programa InnovaPeme fue el impulso necesario para que O Lecer se aventurase con este tipo de tecnologías, según cuenta su directora y fundadora, que asegura que sin ese apoyo ni siquiera se lo habrían llegado a plantear. Su intención era tenerlo ya a pleno rendimiento, pero la pandemia ralentizó notablemente el proceso de implantación y pruebas. «Los tiempos se han largado un poco, porque al final esto es ensayo y error. Ahora mismo ya va funcionando y a lo largo de este año esperamos tenerlo más rodado aún», concreta Rebolo.