La reconversión industrial de Galicia se pierde en el reparto de fondos de Madrid

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

M.MORALEJO

Más de 100 proyectos que moviliza 13.000 millones están fuera del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE)

19 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El melón es grande y jugoso: 140.000 millones de fondos europeos para la recuperación (Next Generation) a repartir entre los proyectos que se presenten bajo bandera española. El Gobierno de Pedro Sánchez se ha arrogado la gobernanza del programa de ayudas, y ha depositado en los distintos ministerios la responsabilidad de distribuir los fondos. A partir de ahí, comienza el enredo, porque mientras unas áreas del Ejecutivo se apoyan en los Gobiernos autónomos para gestionar los fondos, otras han asumido todo el control del reparto, dejando fuera a las comunidades.

Es lo que ha hecho el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, al acaparar todas las competencias sobre la suerte de los proyectos que llamen a la puerta de su departamento para optar a los fondos Next Generation. Es condición imprescindible que, para entrar en el reparto, la propuesta esté incluida en un PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) de carácter sectorial. Se trata de un instrumento de colaboración público privada en torno a una cadena de valor. El Gobierno ha identificado seis PERTE: industria de la automoción verde y conectada; generación energética mediante hidrógeno verde; industria aeroespacial; agricultura sostenible y eficiente; el uso del español en el ámbito de la inteligencia artificial; y el desarrollo de un sistema nacional de salud puntero.

 Proyectos encallados

Pues bien, hasta el momento, solo uno de los más de 100 proyectos gallegos que optan a la concurrencia de fondos del Ministerio de Industria está incluido en uno de estos programas. Se trata del circuito de pruebas del vehículo conectado solicitado por el CTAG (Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia) en colaboración con el Consorcio de La Zona Franca de Vigo. Su inclusión en el PERTE del vehículo eléctrico y conectado va de la mano de la automoción catalana, que puja por una infraestructura idéntica, aunque más ambiciosa que la gallega.

La candidatura gallega a los fondos europeos Next Generation, es un compendio de 354 proyectos con el que la Xunta espera movilizar una inversión de 19.698 millones de euros. A las 247 propuestas de naturaleza pública les corresponden los 7.000 millones de la inversión restante, el 34,6 % del total.

Y un tercio de las iniciativas, exactamente 107, son grandes planes industriales, diseñados para cambiar y consolidar un nuevo modelo productivo, que movilizarían dos de cada tres euros de la inversión prevista, unos 13.000 millones, pero que no acaban de encontrar la puerta de acceso a los fondos europeos, a pesar de los mensajes directos lanzados esta misma semana por el presidente de la Xunta, Núñez Feijoo a las vicepresidentas Calviño y Díaz durante sus respectivas visitas a Galicia.

La reconversión industrial que dibujan los proyectos gallegos que piden financiación europea es ambiciosa. La investigación farmacéutica, la producción de una nueva vacuna contra el covid-19 y el desarrollo de varias patentes vinculadas al sector cervecero son los ámbitos en los que se encuadran tres de los proyectos estratégicos ahora en vía muerta que optan a los fondos europeos Next Generation, y que conjuntamente moverán una inversión del orden de 445 millones de euros.

 Biotecnología y alimentación

Destaca el que pivota en torno al grupo farmacéutico Zendal, con sede en O Porriño, dirigido a aumentar su capacidad de producción y distribución mundial de vacunas. Su proyecto tractor, valorado en 111 millones de euros, consiste en la construcción de dos plantas para fabricar la vacuna contra el covid-19, con lo que se propone producir hasta 800 millones de dosis al año..

De igual modo, Zendal pretende desarrollar con esta financiación la fase 3 de un nuevo antídoto contra la tuberculosis, así como la construcción de otra planta en O Porriño para producirla. El proyecto se completa con el levantamiento de otro centro de alta tecnología que servirá de base logística del grupo.

Destaca también, por volumen de inversión un proyecto vinculado al grupo coruñés Hijos de Rivera, que produce la cerveza Estrella Galicia. Consiste en la creación de un centro para desarrollar cinco patentes de nuevos productos de la compañía vinculados con artículos «disruptores» de comercialización rápida, iniciativa que moverá una inversión de 256,2 millones de euros.

 Farmacéutico y digital

Otra iniciativa vinculada a la industria farmacéutica que está en riesgo de no salir adelante es una incubadora de la Fundación Kaertor que, entre otros aspectos, ofrece soporte para desarrollar nuevos fármacos en fase preclínica o en avanzadas, y que al mismo tiempo mejora los mecanismos para la compra pública de nuevos medicamentos o para la captación de capital. En esta iniciativa participan siete comunidades autónomas lideradas por Galicia, y con ella se espera mover una inversión total de 78,5 millones de euros.

AutoÁncora, 1.300 millones en la vía muerta

Stellantis Vigo pilota con el Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (CEAGA) y el Centro tecnológico de Automoción (CTAG) la más potente de cuantas iniciativas aspiran en Galicia a obtener los fondos de recuperación Next Generation, con una inversión prevista de más de 1.300 millones de euros y la creación de 900 puestos de trabajo.

En ella están integradas 130 empresas que tienen en la actualidad 24.000 trabajadores, y está diseñada para ejecutar a muy corto plazo. Tanto las inversiones como los empleos previstos son para los próximos tres años. Pero, incomprensiblemente, este proyecto se ha quedado fuera del PERTE de la automoción, que acaparan proyectos liderados por Cataluña, con Seat al frente; y Aragón, en este caso pilotada por Stellantis Zaragoza

El AutoAncora to lead Transformation for Next Mobility está configurado en torno a siete líneas: impulsar inversiones para aumentar la competitividad de las empresas y promover su transformación digital y ecológica; optimizar los flujos logísticos, aumentar la capacitación de los profesionales del sector en las habilidades digitales y tecnológicas, mejorar la competitividad a través de la innovación en los procesos de fabricación, y desarrollar iniciativas relacionadas con el vehículo del futuro.