Jesús García Mallo: «El salario de un gruista puede estar entre 5.000 y 6.000 euros al mes»

Sofía Vázquez
sofía vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

xoan a. soler

La firma Wind 1000 opera 50 países; hoy está en Francia y Senegal

23 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Jesús García Mallo (A Laracha, 5 agosto de 1984) es el fundador de Wind 1000, una empresa que hoy factura 30 millones de euros y tiene 350 empleados entre Galicia, Brasil y México. García cuenta con dos socios, Diego Garrido y Carlos Louzao, a quienes conoció en una multinacional del sector energético de las renovables a la que no le fue muy bien.

-Cuando se terminó esa andadura, dada la experiencia que teníamos en instalación internacional, nos embarcamos en esta iniciativa. Al principio nos dedicábamos a proveer servicios de supervisión (asesorábamos a fabricantes en proyectos, les ayudábamos a instalarlos...), y de ahí nos diversificamos: creamos nuestros propios equipos de instalación, y desde hace tres años tenemos grúas de gran tonelaje.

-De formación, ¿ingeniero?

-No, soy electrónico. De FP.

-Y montó una empresa que realiza proyectos en...

-En 50 países. Ahora quedan cuatro o cinco grandes fabricantes de aerogeneradores y nosotros somos como el equipo de instalación oficial. Es como si te compras un aire acondicionado marca X y te mando a mi instalador. Trabajamos principalmente para Vestas y Siemens-Gamesa. Nosotros entramos cuando se termina la obra civil y hacemos la parte de grúas e instalación. Cuando el aerogenerador está listo, entra el fabricante y hace su puesta en marcha.

-Sigamos con las dimensiones de la empresa. ¿Plantilla?

-Tenemos tres hubs de trabajadores. Operamos de manera parecida a las subcontratas de Inditex. Nos van saliendo proyectos y vamos destinando equipos a diferentes países. Con el hub de Galicia cubrimos el mercado europeo, norte de África, Europa del este, y proveemos de supervisión a todos los demás proyectos. Tenemos otro hub en México, con más de cien personas, y otro en Brasil, donde hay 60. En este último país tenemos una carga de trabajo muy alta para dos años y la plantilla superará las cien personas muy pronto. En total, somos 350.

-¿Plan de negocio a tres años?

-Las mayores acciones a las que nos estamos dedicando tienen que ver con la diversificación en la parte de grúas. No queremos depender tanto de los servicios de mano de obra. Hoy somos la mayor empresa de grúas de Senegal. Hace un año instalamos el primer parque eólico del país, uno de los más grandes de África, y ahora mismo estamos haciendo otras cosas en minería, en obra civil. Nuestro plan de negocio se centra en la prestación de un servicio más especializado: izado de grandes cargas con grúas de gran tonelaje. Primero proveíamos mano de obra para la instalación de aerogeneradores. En ese momento las grúas las ponía el cliente. Hace tres años compramos grúas y empezamos a proveer nosotros tanto de grúa como de mano de obra. Ahora, además, queremos hacer servicios de grúa, y no solo para temas de eólica, sino intentar cubrir los altibajos de trabajo con actividad en otras áreas como montaje de torres de alta tensión, servicio de carga y descarga en el puerto...

-¿Ese servicio incluye mano de obra?

-Solo la grúa y su operador. Nosotros tenemos dos grúas grandes: de 750 toneladas y otra de 600. Los operadores tienen una formación muy específica [...] También ejecutamos un proyecto en Nueva Caledonia, cerca de Australia. Allí estamos montando un parque eólico con grúas y mano de obra. El parque es para electrificar la isla. El cliente final es la petrolera Total y el intermedio es Siemens-Gamesa.

-Son jóvenes y con futuro.

-Relativamente jóvenes, antes lo éramos más [ríe]. Llevo 16 años instalando parques eólicos; Carlos, 20, y Diego, 15. Nunca decimos que no a un proyecto por el país en el que se vaya a ejecutar. Nos da igual donde esté el trabajo.

-¿Cómo trasladan las grúas?

-En barco. Son equipos caros. El precio de la de 750 toneladas puede rondar nueva los seis millones de euros. De segunda mano, entre tres y cuatro millones. La grúa de 600 toneladas la compramos el año pasado y está en Senegal, lista para trabajar. Y la de 750 está en Francia con carga de trabajo para todo el año. La idea es comprar más unidades teniendo en cuenta los modelos de aerogeneradores que vayan desarrollando los tecnólogos.

-¿Dónde buscan a los operadores que mueven las grúas?

-España es un país que tiene bien la parte de licencia de grúas: está muy legislado y es una titulación oficial. Comparo siempre a la persona que lleva estas grandes grúas con un piloto de avión

-¿De qué salario hablamos?

-De cinco a seis mil euros al mes.

-¡Madre mía!

-Hay que verse en el equipo. Con 150 metros de pluma y levantando una carga de 750 toneladas... El que está debajo es él. Un fallo y...

-Se acaba de anunciar la marcha de Gamesa de As Somozas.

-Siemes-Gamesa compró una planta de fabricación de palas de las más punteras en Portugal. Viendo la ubicación de As Somozas y sabiendo la dimensión de las palas actuales, creo que se trata de un problema logístico. Allí no se puede fabricar. Las palas de grandes dimensiones (70 metros) no consiguen sacarlas de As Somozas. Ahora pueden fabricar para aerogeneradores más pequeños. pero lo que viene es grande y alto.

-¿Cómo ve el sector?

-Flojo. No hay carga suficiente ni un plan de desarrollo que mantenga una industria, cosa que no ocurre en Francia. En España se construye todo de golpe. En ese momento no encuentras mano de obra, ni la que hay es buena porque no tiene ni la experiencia ni el recorrido. Francia monta poco, pero lo hace todos los años. Llevamos 10 años trabajando allí de forma sostenida. Nunca es mucho. Nunca te ocupan diez equipos, pero tampoco nunca bajas de dos. Puedes mantener a la plantilla, formarla. Aquí hacemos todo de golpe, y después llegan los despidos. Ese no es el camino.

-Cree en la cultura de trabajo.

-Sí, como motor de desarrollo. Muchas veces no crecemos más por falta de gente formada con ganas de viajar, de aprender, para la que su trabajo sea el pilar central de su vida. Esa es la parte más complicada. Nos falta gente para trabajar desplazada.

-¿Con buenos salarios?

-Créame que sí. No ganan como un gruista pero hay gente que si se planteasen un plan de carrera al acabar los estudios, y optaran por salir al extranjero durante diez años, retornarían a Galicia con 32 años y tendrían un piso pagado. Podrían buscarse un empleo para vivir tranquilos o promocionarse.