Greenalia genera energía para 10.000 viviendas con maleza de los montes

Antón S. Rodríguez CURTIS / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

Con 135 millones invertidos, la planta de biomasa de Curtis es la más grande de Galicia

30 jun 2020 . Actualizado a las 14:14 h.

Una legión de camiones entra, de forma escalonada, en la parcela de Greenalia, en el polígono de Teixeiro (Curtis, A Coruña). Desde lejos podría creerse que cargan madera, pero de cerca se observa que en su interior llevan fardos de maleza (pino y eucalipto en su mayoría) atados con cordeles azules. Es el combustible básico de esta planta de biomasa instalada por Greenalia, la más grande de Galicia tras una inversión de 135 millones de euros en su construcción sobre una parcela de 103.000 metros cuadrados.

El covid ha dilatado la velocidad de crucero de esta sede energética, que se estrenó el 17 de enero de este año, pero paró su actividad por la pandemia. Ahora se encuentra en la fase final de pruebas y se prevé que en pocas semanas esté al máximo de su capacidad.

El proceso de recolección de maleza es muy sencillo. Greenalia tiene convenios con buena parte de los maderistas de Galicia. Estos, obligados por ley a dejar limpio el monte, ceden la maleza al transporte de la planta de biomasa, generando así una relación de simbiosis, no solo entre empresas, sino también con el medio ambiente. «Al limpiar los montes estamos minimizando los riesgos de incendios», explica Mauro Concheiro, director de operaciones de Greenalia, quien señala que la planta de Curtis «tiene capacidad para tratar el 25 % del total de la biomasa generada en Galicia». Actualmente, el radio de acción es de 100 kilómetros.

En esta suma de edificios y silos conectados, la maleza pasa por un proceso de depuración (se limpia de piedras y metales) y se trocea hasta una unidad mínima que se quema posteriormente. Una de las inversiones más caras de esta planta de biomasa ha sido la tecnología de refrigeración seca. «Nos permite trabajar con un consumo de agua muy bajo, de hecho, una lavandería o un restaurante puede gastar más agua que nosotros», señala Manuel Bueno, jefe de proyectos de la planta, que genera energía con capacidad de 50 megavatios, «el equivalente a 10.000 viviendas». La energía generada y acumulada en un transformador propio, desemboca, a través de una red subterránea de un kilómetro y medio, a la estación eléctrica más cercana.