Kombucha, un refresco con alma elaborado en Noia para Galicia

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

MARCOS CREO

La emprendedora Náyade Brado da a este té fermentado de origen chino su toque personal con sabores

16 mar 2020 . Actualizado a las 19:41 h.

Poco extendida todavía entre los consumidores gallegos, la kombucha va ganando terreno en herbolarios, tiendas gourmet, restaurantes y establecimientos radicados en el Camino de Santiago. Lo hace desde Noia y de la mano de una emprendedora, Náyade Bravo, que empezó a elaborar este particular refresco en el 2018 y que lleva casi un año comercializándolo a pequeña escala. Originaria de China, la empresaria explica que se la denominaba elixir de la vida, pero ella prefiere llamarla la bebida con alma.

La kombucha es un té fermentado con azúcar al que se le agregan sabores. En el caso de la elaborada por la empresa Meraki de Noia, tres son las variedades: fresa y menta, con remolacha y de panela y limón. Esta última es una variación de una bebida que, explica Náyade Bravo, «se toma mucho en Latinoamérica, aunque sin fermentar. La panela se obtiene de la extracción del azúcar de caña».

Al igual que sucede con los espumosos, la kombucha sufre un doble proceso de fermentación. El primero, para darle sabor y, el segundo, para que tenga burbujas. La diferencia radica en que se trata de una bebida sin alcohol.

Náyade Bravo afirma que tiene un amplio campo de uso y que está empezando a usarse para la elaboración de cócteles.

Los comienzos

Subraya Náyade Bravo que la kombucha es originaria de China y se cree que entró en Europa a través de Rusia y Alemania. Ella la descubrió hace muchos años en Guatemala: «La probé y me gustó. En aquella época yo residía en Miami y comencé a prepararla en casa para autoconsumo».

De padres noieses, Bravo residió fuera hasta hace dos años y medio, cuando decidió establecerse en Noia con su pareja. Fue entonces cuando pensó en extender la elaboración de esta bebida fermentada más allá de las fronteras de su casa y, en una propiedad familiar de San Lázaro, montó lo que denomina su taller.

Tras un proceso de aprendizaje, empezó con las pruebas de fermentación en agosto del 2018, pero no fue hasta mediados del año 2019 cuando estuvo lista para salir al mercado la primera partida de kombucha.

En las instalaciones noiesas se fabrican mensualmente mil litros de este refresco, pero el recinto tiene capacidad para llegar a los tres mil. De hecho, este es el objetivo. Afirma Náyade Bravo que actualmente hay una veintena de empresas que elaboran y comercializan el producto: «Pero en Galicia únicamente lo hago yo. A nivel nacional, en solo tres años ha crecido mucho la cantidad de fabricantes».

La vende a establecimientos muy concretos en envases de 330 o 750 mililitros. El precio oscila entre los 3 o 3,50 de los pequeños y los 6,50 o 7,50 de los que tienen mayor tamaño.

También vegetales

El campo de la fermentación de alimentos ha abierto para esta mujer nuevas alternativas de negocio, ya que no se conforma únicamente con la venta de kombucha. A la bebida se han unido ahora los vegetales. En concreto, zanahoria y col, que también comercializa bajo la marca Meraki.

Sus instalaciones constituyen también el lugar del que surgen los productos y las ideas: «La zanahoria fermentada la hago con eneldo, ajo y sal gris. Utilizo esta última porque tiene menos sodio y sirve para iniciar la fermentación». El resto de la gama la completa el kimchi, que es col fermentada con zanahoria, cebolla y chile en polvo.

Destinado al sector hostelero, Náyade Bravo explica: «Puede consumirse con carne, ayuda en el proceso digestivo, pero también acompañando a otros platos». En breve saldrá al mercado otra variante con este mismo vegetal.

3.000 litros

Capacidad

Las instalaciones de la empresaria pueden producir al mes tres mil litros de la bebida

1.000 litros

Producción actual

De la factoría de San Lázaro salen mensualmente mil litros con tres sabores distintos

20 empresas

Elaboración nacional

Bravo dice que en España hay 20 empresas que hacen kombucha y, en Galicia, solo la suya