La reparación del crucero moviliza unos 300 contenedores en Ferrol

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

LA GALICIA ECONÓMICA

XOAN CARLOS GIL

La industria de la zona aportará unos 500 trabajadores de aceros, pintura y mecánica

19 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La reparación del crucero MS Azura, que se llevará a cabo en los primeros días de abril en Ferrol, requerirá de un esfuerzo logístico hasta ahora inédito en el astillero ferrolano. Como viene siendo habitual en este tipo de contratos -que se llevan a cabo regularmente en la factoría de Navantia en Cádiz-, los armadores desplazan a la planta en la que va a llevarse a cabo el proceso de modernización no solo el buque, sino también las empresas con las que suele trabajar habitualmente. Se somete al navío a un exhaustivo proceso de redecorado, por lo que los trabajos principales que se llevarán a cabo están vinculados a la habilitación.

No solo llegará el personal de las firmas auxiliares que se ocuparán de la acomodación del buque, sino que también habrá que desplazar a la ciudad una cantidad ingente de material, con el que se va a ejecutar la modernización del barco. Este esfuerzo de logística se traducirá en un movimiento de contenedores que, según fuentes del sector, no solo llegarán por la vía marítima -la principal que será utilizada- sino también por carretera.

Así, Navantia recibirá en los próximos días los primeros 40 contenedores cargados con moqueta, pero en las próximas semanas, el astillero será el destinatario de un total de 300 unidades. Al reformar el navío, serán sustituidos centenares de materiales y equipos, como cortinas, tapicerías, colchones y televisores.

Las grandes explanadas con las que cuenta el astillero ferrolano y los medios de elevación y manipulación, que permitirán la recepción y el trasiego de todos los materiales, es uno de los puntales que ha permitido a la antigua Bazán captar dos contratos de reparación de barcos de pasaje.

Alrededor de esta obra pueden moverse unas 3.000 personas. Un millar, perteneciente a la tripulación del buque, que dormirán a bordo; unos 1.500 trabajadores de las empresas contratadas directamente por el armador, muchas de las cuales proceden del Reino Unido, y otras 500 de firmas de la comarca ferrolana.

Está previsto que las compañías de la zona se ocupen de realizar trabajos de aceros, mecánica y pintura, mientras que el grueso de las tareas de acomodación las lleven a cabo las firmas externas. 

Hospedaje

Algunos hoteles de la ciudad ya han comenzado a recibir reservas para personal que se desplazará a Ferrol por la ejecución de los trabajos, aunque algunas fuentes del sector no descartan que suceda lo que pasa habitualmente con los cruceros que llegan a Navantia Cádiz y que los empleados de las subcontratas sean alojados en un flotel -es decir, un barco hotel-, que estaría atracado en Navantia. No obstante, se prevé que todo el movimiento de personas que implica la ejecución de este contrato se deje notar en la ciudad, ya que además la reparación del buque se producirá a las puertas de la Semana Santa, del 4 al 16 de abril.

Un barco con 19 cubiertas y 60 metros de largo más que el Juan Carlos I

El MS Azura, perteneciente a la naviera P&O Cruises —empresa de cruceros británica-estadounidense— está a punto de cumplir su primera década de vida. Es un buque de pasajeros que fue construido en los astilleros italianos de Fincantieri, realizando su viaje inaugural el 12 de abril del 2010.

Tiene 290 metros de eslora (largo), 60 más que la del Juan Carlos I, el barco mayor de la Armada española; 36 de manga (ancho), y 8 de calado.

Aunque ha recalado en varias ocasiones en los puertos de A Coruña y Vigo, no así en el de Ferrol, que lleva también quince años recibiendo cruceros, aunque suelen ser de menor tamaño de los que acuden a las otras urbes gallegas.

El MS Azura cuenta con 19 cubiertas, más de 1.200 tripulantes y capacidad para transportar más de 3.000 pasajeros.

Rescate de migrantes

El pasado septiembre, este navío protagonizó un buen número de titulares de noticias de prensa al rescatar a una veintena de migrantes, que se encontraban a la deriva en el Mediterráneo.

El buque hacía en esos momentos una ruta entre los puertos de Cádiz y Barcelona, cuando se encontró una balsa con adolescentes en problemas.

Durante dos horas, el personal del barco de pasajeros se afanó en el rescate de la veintena de hombres en apuros, que subieron a bordo. Además, se desvió de su ruta fijada y navegó unas diez horas para desembarcarlos en el puerto de Almería.