Patrocinado porPatrocinado por

Los agricultores gallegos se suman a la reivindicación de un precio justo aunque sus circunstancias son otras

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

SUSANA VERA | Reuters

Las organizaciones agrarias comparten las protestas, pero dicen que la situación en Galicia es otra y de momento no saldrán a la calle

06 feb 2020 . Actualizado a las 17:18 h.

¿Por qué los agricultores gallegos no han salido a la calle? ¿Por qué no están protagonizando concentraciones como en el resto de España? Viendo la ausencia de movilizaciones del sector agrícola podría pensarse que en el campo gallego no hay problemas de precios o de falta de rendimiento. Nada más lejos de la realidad, por desgracia. La situación, reconocen Unións Agrarias, la Asociación Agraria de Galicia (Asaga) y el Sindicato Labrego Galego (SLG), es la misma que en el resto de España, pero las circunstancias son diferentes Y es que buena parte de estas movilizaciones tienen su origen en el malestar de los olivareros y los productores hortofrutícolas por los bajos precios que estaban percibiendo por sus cosechas. Dos sectores que en la comunidad no tienen mucho peso. Aún así, las tres organizaciones agrarias gallegas dicen estar muy pendientes de lo que sucede en Madrid y no descartan convocar movilizaciones si la situación así lo exige.

Unións Agrarias fue la única que salió a la calle coincidiendo con el inicio de la oleada de protestas. Sus agricultores se concentraron delante del Parlamento gallego para denunciar los daños que está ocasionando la fauna salvaje y pedir a la Xunta que tomara medidas al respecto. La organización se encuentra actualmente inmersa en la negociación del precio de la leche. «Por primeira vez temos ata sete mesas de negociación abertas coas industrias lácteas e da evolución deses contratos dependerá se vamos mobilizarnos ou non», explica Roberto García, secretario general. Considera que, mientras esas negociaciones no se den por finalizadas, no es adecuado convocar protesta alguna.

Pero hay más motivos por los que los agricultores gallegos no han salido a la calle. El primero es que una de las reivindicaciones de los convocantes de las movilizaciones son los márgenes comerciales abusivos. «Nas nosas producións non hai esas marxes, o noso problema é que o agricultor percibe un prezo baixo porque os seus produtos se venden a baixo prezo», añade García. Tampoco afecta aquí la subida del salario mínimo interprofesional. «Os asalariados do campo galego teñen un salario máis alto co mínimo porque aquí falta moita man de obra», cuenta.

«Eu creo que as circunstancias que están desencadeando estas mobilizacións tamén as hai en Galicia», explica Isabel Vilalba, del Sindicato Labrego. Los bajos precios, el aumento de los costes de producción, la incerteza por la nueva PAC... han llevado al sector «a un momento convulso». Sin embargo, en su opinión, este proceso de movilizaciones tiene tiempos distintos en cada región española. «No sur estaba moi avanzado porque os sectores da froita e do aceite levan protestando dende finais do ano pasado. Foi nese contexto no que se propuxeron as mobilizacións e ás zonas máis ao norte colleunos co paso cambiado», reconoce.

«As protestas están máis focalizadas na aceituna e no sector hortofrutícola, pero aquí somos máis gandeiros», añade Francisco Bello, de Asaga. «Non quita que aquí non teñamos problemas», reconoce, como los bajos precios que perciben por sus patata en A Limia. Pero «os gandeiros de carne e de leite teñen certa estabilidade», añade. Su organización está muy pendiente de lo que sucede en Madrid y trasladando a las entidades que participan en las negociaciones los problemas de los agricultores gallegos. Además, no descarta que en Galicia se organicen protestas en próximas semanas.

El sector lácteo, en vilo por el tijeretazo de los fondos de la PAC

Resulta aventurado lanzarse a hacer una aproximación del dinero que corresponderá a España a través de la Política Agrícola Común (PAC) en los próximos presupuestos europeos cuando los mandatarios de la Unión todavía negocian las próximas cuentas sobre las que se asentará la política económica entre el 2021 y el 2027. Sin embargo, los europarlamentarios españoles de distinto signo político coinciden en señalar a este periódico que el tijeretazo será más que considerable, y lo hacen en base a dos motivos: la salida del Reino Unido de la UE, uno de los grandes contribuyes, y el cambio de estrategia en Bruselas, que priorizará invertir el dinero en otros sectores, como el tecnológico, en el que los países del norte tengan más retorno económico, y evitar así que sigan calando los mensajes populistas. La viabilidad del sector lácteo gallego depende en gran medida de estos fondos.

Petición de 302 millones

Por otra parte, en su encuentro de ayer con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la delegación española encabezada por Sánchez solicitó 302 millones para la financiación de los programas de organizaciones de productores hortofrutícolas para este 2020, el último ejercicio de los actuales presupuestos, lo que supondría un 4% más respecto al año 2019.