La Xunta tumba la reapertura de la mina de Touro por riesgo ambiental

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

XOAN A. SOLER

El proyecto generó informes «desfavorables» e «insalvables» de Patrimonio Natural y Augas de Galicia

29 ene 2020 . Actualizado a las 21:09 h.

El proyecto presentado por Cobre San Rafael, empresa vinculada a Atalaya Mining, para la reapertura de la mina de cobre en terrenos de Touro y O Pino ha recibido una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) negativa. Así lo confirmó ayer la Consellería de Medio Ambiente, cuya titular, Ángeles Vázquez, explicó que el documento presentado no garantizaba la sostenibilidad ambiental del entorno.

El plan extractivo contó con rechazo de los estudios técnicos de Patrimonio Natural y de Augas de Galicia, que emitieron sendos informes «desfavorables» e «insalvables». En base a ellos, Medio Ambiente remitirá su resolución negativa a la Consellería de Industria, departamento competente para emitir un informe final de veto a la actividad de la mina. Con ambas conclusiones, la única posibilidad que le resta a la empresa, que la semana pasada anunciaba que tenía cerrado el derecho de compra del 60 % de los terrenos afectados por el proyecto, es presentar un recurso contencioso administrativo.

Ángeles Vázquez confirmó que la resolución negativa, dictada ayer por la tarde por la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático, es consecuencia directa de los informes negativos de Patrimonio Natural, organismo adscrito a Medio Ambiente, y de Augas de Galicia, dependiente de la Consellería de Infraestruturas. El primero argumentó que, en caso de que hubiese algún tipo de percance con la actividad extractiva, no estaría garantizada la protección de una Zona de Especial Conservación (ZEC), calificación de la que goza el sistema fluvial Ulla-Deza. Y Augas de Galicia entendió que el proyecto presentado no garantiza el mantenimiento de la calidad de las aguas.

Ambos informes fueron los únicos desfavorables al proyecto, frente a trece positivos de otros organismos. Pero según reconoció Ángeles Vázquez, la trascendencia de sus conclusiones supone el veto a la propuesta técnica presentada por la empresa.

Vázquez vincula la decisión a criterios técnicos y la oposición, a la presión social

Ángeles Vázquez señaló que la decisión para vetar el proyecto se tomó en base a criterios técnicos en materia ambiental y rechazó tajantemente que en el primer dictamen pesase la oposición social al proyecto, que se tradujo en más de mil alegaciones. La titular de Medio Ambiente reiteró que son los técnicos lo que evalúan estos proyectos y que, en base a ellos, la Xunta actúa. «Só faltaba», afirmó la conselleira, al resaltar que si una resolución técnica dependiese de manifestaciones «estaríamos vendidos».

En un sentido diametralmente opuesto se manifestaron colectivos y entidades opositoras a la mina. Xosé Luís Rivas (BNG) valoró sobre el dictamen ambiental que «é un gustazo, pero hai que estar alerta». Para Luís Vilares (En Marea), el veto a la mina supone una «vitoria» frente a lo que tachó de «rapiña».

Y la plataforma vecinal contra la mina publicó en su página de Facebook un claro mensaje de satisfacción: «Good bye Atalaya Mining!», y reiteró su lucha para demostrar que el proyecto extractivo era «insostible».