-Una de sus empresas, Conteco, acaba de fusionarse con Gestan.
-Eran las empresas más potentes del área de A Coruña en la gestión de residuos de obra. Gestan era nuestra competencia directa, pero teníamos buena relación y decidimos fusionarnos para aprovechar sinergias y bajar costes. Eran dos empresas medianas y ahora se han convertido en una grande con 35 camiones y 600 contenedores. Tenemos proyectos nuevos, el área de A Coruña se nos queda pequeña y queremos crecer por Galicia.
-¿De qué manera ha impactado la crisis en el grupo?
-En Sogarisa tratamos residuos que generan otras empresas, y al disminuir actividad recogíamos menos. Fue una crisis general, lo que pasa es que cada vez se tratan más residuos porque la Administración está cada vez más encima. Queda mucho por investigar en el mundo del reciclaje.
-También acaban de presentar la cátedra Epifano Campos en la UDC.
-La idea surgió hace un año, después de que el rector y la vicerrectora del campus de Ferrol visitaran Sogarisa. Acabamos de firmar un convenio de colaboración para el intercambio de conocimiento, para que los alumnos puedan venir a hacer visitas y prácticas. Decidimos llamarle Epifanio Campo como homenaje a mi padre, claro.
Un emporio que emergió en Sanxenxo
El hólding empresarial creado por Epifanio Campo se denomina Rodonita, del que penden trece sociedades de la rama medioambiental, de materiales de construcción, Ostreira (criadero de ostras y almejas), Bodegas Petrón, Rodonita Energía, con los parques eólicos, una planta fotovoltaica en la fábrica de Vilalonga y las de cogeneración de las tres fábricas. Jacobo Campo explica que el centro del grupo se divide entre A Laracha y en Vilalonga (Sanxenxo), «donde empezó todo». Allí, «el tío de mi padre montó una empresa de cerámica a partir de unas concesiones de arcilla que tenía, y allí vivió mi padre de pequeño». Después vino la de A Laracha. Luego, Campo fue diversificando y ampliando las cerámicas con la de Mesía, donde elaboran productos más especiales (tejas y ladrillos de grandes formatos). El empresario montó también dos fábricas de prefabricados de hormigón para obra pública y se metió en el negocio de los residuos con PMA. De la mano de la Xunta participó en la creación de Sogarisa en 1995.