Abella, «cerrado temporalmente» a la espera de que alguien lo alquile

gloria g. vivero / s. v. LUGO / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

OSCAR CELA

El centro ya no permite el acceso a sus instalaciones y solo queda abierto el Burger King

31 ago 2019 . Actualizado a las 22:19 h.

El centro comercial de Abella se ha convertido en un gran fantasma desde que este verano los dos últimos negocios que permanecían abiertos dentro de sus instalaciones -los cines y el gimnasio- abandonaron también el inmueble. Ahora mismo el único negocio que permanece en funcionamiento es el Burger King, y ni siquiera está situado en el interior del recinto.

El centro no permite el acceso a sus instalaciones con varios paneles de cristal con carteles que informan que permanecerá «temporalmente cerrado». Vigilantes de seguridad de Prosegur protegen las instalaciones para que no exista ninguna incidencia.

El centro ahora mismo se encuentra en situación de alquiler, la venta en principio no estaría contemplada. La gestión la lleva desde hace más de un año una empresa de servicios inmobiliarios comerciales, con sede en Chicago. Se trata de JLL -Jones Lang Lasalle- y es la segunda compañía más grande de su tipo en el mundo, llegando a estar enmarcada en la lista de las 500 fortunas más adineradas del mundo.

La inmobiliaria en Galicia solo gestiona dos centros comerciales, este y el de A Barca en Pontevedra, con unas características que comprenderían la mitad de tamaño que el del centro de Abella. En su página web la empresa describe el inmueble lucense como un centro de casi 30.000 metros cuadrados, con varios puntos fuertes, como su buena comunicación y una excelente localización a pocos minutos del centro de la ciudad.

90 millones en un centro vacío

Para la creación del centro comercial se realizó una inversión próxima a los 90 millones de euros, siendo inaugurado en noviembre de 2015. Abella se presentó como un gran motor económico para la ciudad de Lugo, pero lejos de esto a partir del 2016 la mayoría de negocios abandonaron las instalaciones. Los continuos cierres acabaron llevaron a los propietarios del inmueble a una situación de venta a un fondo de inversión americano.

El fondo norteamericano Blackstone se hizo con el centro en el verano de 2017 con todas las licencias en regla -la ausencia de estas podría haber sido el motivo de la desbandada de operadores-, sin embargo la situación no mejoró. Los últimos en irse fueron el Gimnasio Macfit, que cerró el pasado mes de junio, y los Cines Abella, dejando vacío un espacio de más de 30.000 metros cuadrados.

Interés por el futuro del centro

En su página de Facebook son muchos los perfiles que lamentan que un centro comercial con estas características no se pueda utilizar. Algunos incluso se aventuran a dar opciones de negocios que podrían atraer a la gente. Ikea, Decathlon o Primark son algunas de las alternativas que más repiten los usuarios para recuperar el centro.

La mejora en el barrio de la Residencia, una oportunidad para su rescate

El contexto que rodea ahora al centro comercial tampoco parece ayudar. El inmueble está situada en un gran descampado poco cuidado y con varias vías por las que no circula ningún vehículo. El actual derribo del hospital Xeral en el barrio de Abella tampoco ayuda a que la zona viva su mejor momento.

Sin embargo, de cara al futuro, el barrio podría ganar mucho potencial, sobre todo si se piensa en las nuevas instalaciones que están pensadas para sustituir el espacio del antiguo hospital. El proyecto para la urbanización de la parcela incluyen el primer centro integral de salud de Galicia, nuevas construcciones para la comisaría, una residencia para mayores, una oficina de empleo, un centro de experimentación de drones e incluso una central de biomasa.

El proyecto podría aumentar la vida en el barrio, que en los últimos años decayó a partir del cierre del hospital, e impulsarían la demanda de un centro comercial de estas características.