Muebles Couceiro echa el cierre tras 71 años como referente en cocinas

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

miguel souto

La firma fundada por Adolfo Couceiro llegó a tener más de 30 obreros y amuebló cocinas que aún lucen nuevas

30 jun 2019 . Actualizado a las 09:31 h.

Pocas empresas tienen en A Estrada una historia tan larga y tan próspera como Muebles Couceiro, que este mes ha echado el cierre tras 71 años de actividad ininterrumpida. Pionera en la especialización en muebles de cocina, la firma llegó a tener más de 30 obreros y, en los años 70, en plena expansión de las ciudades gallegas, amuebló pisos por media Galicia.

La historia de Muebles Couceiro es la historia de un emprendedor con vista. Es la historia de Adolfo Couceiro, un joven que con once años empezó a trabajar de aprendiz en el taller de Manuel Gestoso y que siguió curtiéndose en el de Juan Campuzano. Su aventura empresarial comenzó en Madrid, a donde se fue en 1944 para cumplir el servicio militar. En la capital encontró trabajo de tornero en la empresa Molduras Pueche, en la que siguió un par de años una vez licenciado. Pero el sueldo era escaso y la tierra tiraba, así que Couceiro le propuso a su jefe instalarse en Galicia y enviarle la mercancía desde allí. Antonio Pueche no solo aceptó, sino que además le compró un torno para que pudiera empezar el negocio.

Así fue como en 1948 Couceiro montó su primer taller en la calle Ulla. El taller pronto se quedó pequeño, así que en 1950 el estradense se instaló en la calle San Paio y fundó su propia empresa, de donde salieron cientos de tiradores, percheros o argollas de cortinas que abastecían sobre todo a Pueche. Como el negocio iba arriba, Adolfo Couceiro integró en él a su hermano Juan. Fabricaban camas, cunas y bandejas para la cama que se facturaban a Madrid vía Renfe y se vendían a toda España, ya que nadie más las suministraba.

En 1953 Adolfo adquirió un solar en la Rúa 24, construyó una vivienda e instaló su taller definitivo en el bajo. Los pedidos siguieron creciendo mientras Adolfo se encargaba de la parte comercial y de distribución y Juan del taller. Y el negocio seguía subiendo como la espuma.

No fue hasta los setenta cuando se dio el bum de las cocinas. Couceiro fue pionero local en la especialización en muebles de cocina. En la época de expansión de las ciudades no daban abasto los dos camiones de reparto para servir cocinas a Vigo, a Pontevedra o a Ferrol. Primero de formica. Después, en época de bonanza, de madera maciza. Se vendieron cientos que aún hoy se conservan casi intactas.

El relevo de Couceiro lo toman en el 91 su hija Margarita Couceiro y su yerno, Enrique Marín, que supieron adaptarse a los cambios del mercado y mantener la empresa hasta ahora. Su hijo, Quique Marín, representa el futuro. Su firma de ebanistería creativa Osso -que ya ha sido portada de revista- mantendrá con vida el taller y abrirá tienda en Vigo.