Artesanos del hierro ante el imperio de la robótica

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

CARMELA QUEIJEIRO

La empresa Forxa Galega, de A Pobra, hace pasamanos en la fragua, con martillo y yunque. La compañía familiar surgió de una reconversión forzada por la crisis

02 jun 2019 . Actualizado a las 19:29 h.

En el apogeo de la era digital y con la robotización de los procesos productivos transformando el mundo laboral, también hay espacio para el trabajo manual, realizado siguiendo los procedimientos tradicionales. Lo demuestra la compañía Forxa Galega, de A Pobra, en la que sus cinco operarios moldean el hierro de forma clásica: metiéndolo en la fragua de carbón y diseñando las piezas con el martillo y el yunque. Así elaboran una de sus especialidades, los pasamanos, uno a uno y sin posibilidad de repeticiones.

Podría pensarse que en un trabajo artesanal de este tipo el presupuesto se dispara, pero el administrador de la firma, Jorge Cánibe, lo aclara: «Tratamos de chegar a todos os petos. O 95 % dos nosos clientes son particulares que encargan pezas para as súas casas».

La labor de estos profesionales adquiere todavía mayor relevancia si se conoce la historia de Forxa Galega. Se trata de un negocio nacido en 1993 de la mano de una familia que siempre ha estado vinculada al sector. En 1969, el padre de Jorge Cánibe fundó Armaduras Perma, «a primeira empresa de ferralla que houbo na zona do Barbanza». Estaba dedicaba en exclusiva a la realización de estructuras metálicas para la construcción y todo funcionaba a la perfección hasta principios de los 90, cuando el trabajo comenzó a escasear debido a una recesión económica.

Buscando la forma de reconvertirse nació, en 1993, Forxa Galega, haciendo algo que, en principio, pudiera ir contracorriente de los nuevos tiempos que comenzaban a asomarse. Nada más lejos de la realidad. Las nuevas tecnologías imponen sus condiciones sin que el carbón deje de alimentar el horno de la firma. El trabajo artesanal continúa teniendo un gran valor, todavía más si quien lo hace disfruta con ello: «A razón pola que nos decantamos por iso é porque nos gusta este tipo de actividade. Non é un traballo repetitivo, é moi diverso. Cada día fas algo diferente».

Aprendizaje constante

Explica Jorge Cánibe que el suyo es «unha aprendizaxe constante». También lo fue conseguir moldear el hierro con las técnicas clásicas. Dice el administrador que las primeras piezas que salieron de Forxa Galega fueron laboriosas: «Cos primeiros traballos botamos moito tempo, pero pouco a pouco fómolo reducindo. Agora xa é moito máis rápido e iso aforra custes. Fomos aprendendo nós mesmos».

Comenta que todo el trabajo se realiza en su taller y que una correcta toma de medidas es fundamental para que, una vez acabados, los pasamanos queden perfectos en el lugar habilitado para ello.

Aunque el moldeado a mano del hierro constituye la seña de identidad de Forxa Galega, sus profesionales también realizan otro tipo de trabajos de carpintería metálica en aluminio y acero inoxidable.

La versatilidad de la compañía y la capacidad de sus trabajadores para adecuarse a las demandas de los clientes les permiten ofrecer un amplio abanico de alternativas. La formación constante es fundamental para estar al día de las nuevas tendencias y ofrecer al público la solución más ajustada a sus necesidades, a las características de su vivienda y también a su bolsillo.

Afirma Jorge Cánibe que «este é un traballo que fomos aprendendo. Os nosos pasamáns teñen unhas características únicas». Por eso, Cánibe explica que existen procesos de elaboración de sus piezas que prefieren no compartir con nadie. Precisamente, en esas técnicas descubiertas con el tiempo y con el ejercicio de la actividad radica la exclusividad de los trabajos que llevan a cabo en Forxa Galega.

En cuanto a los clientes, el administrador explica que son de muy diverso tipo, aunque reconoce que los más jóvenes suelen decantarse por el acero inoxidable.

Otra de las actividades que desarrollan los operarios de la compañía de A Pobra do Caramiñal es el mantenimiento y reparación de estructuras metálicas de empresas conserveras, uno de los puntales económicos de la comarca de Barbanza. La empresa, nacida de la necesidad de buscar nuevos nichos de mercado, ha sabido encontrar su espacio ofreciendo un modelo de trabajo que parecía no tener cabida en los tiempos actuales. Sin embargo, todavía son muchos quienes buscan incorporar a sus viviendas esos elementos diferenciales de un trabajo cimentado en la experiencia y en un largo recorrido profesional.