El piso ganga que la Xunta vende en Ferrol ya tiene pretendientes

beatriz antón FERROL / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

JOSÉ PARDO

Tras la publicación de la noticia en La Voz, unas 50 personas han visitado el inmueble de Facenda

27 may 2019 . Actualizado a las 11:46 h.

Se sacó a subasta hasta tres veces sin que nadie participase en las pujas. Pero, tras la publicación de la noticia en La Voz, al piso ganga que la Xunta vende en el barrio ferrolano de Caranza le sobran pretendientes. El teléfono de la Consellería de Facenda recibió el jueves más de 500 llamadas de particulares interesándose por el inmueble; y el pasado viernes por la mañana unas cincuenta personas fueron citadas en el edificio 13 de la avenida de Castelao para verlo in situ.

«Hay que hacer bastante reforma, pero aún así este piso es una gran oportunidad. La distribución me encanta, es muy luminoso y tiene unas vistas fabulosas de la ría», comentaba Mari Tere a las once de la mañana, media hora después de que dos técnicos de Patrimonio metiesen la llave en la cerradura y diesen por inaugurada la jornada de puertas abiertas. «Vivimos en A Coruña, pero nos pareció que estaría bien comprar este piso como inversión, para ponerlo en alquiler o incluso para vivir aquí algún día, porque nadie sabe lo que puede pasar en el futuro», apuntaba Marcos, la pareja de Mari Tere, tras recorrer una por una todas las estancias del inmueble.

Begoña y Marcos, de Betanzos, también se llevaron una buena impresión, aunque como Mari Tere y Marcos coincidieron en que el piso necesita algo más que un simple lavado de cara. «Aquí queda mucho por hacer: hay que pintar, cambiar las ventanas, revisar la instalación eléctrica y las tuberías... Y también poner unos suelos nuevos, porque estos de sintasol ya están muy gastados», decía Begoña frente al dormitorio principal.

Presentación de ofertas

A pesar de las obras que hay que acometer, nadie se explica cómo el piso todavía es propiedad de la Consellería de Facenda, a cuyas manos llegó en el año 2012, después de que su propietaria falleciese sin dejar herederos. Situado en un piso 11 y con 72 metros cuadrados de superficie, cuenta con tres habitaciones, salón, cocina, un cuarto de baño y un aseo. Aun así, y a pesar del bajo precio de salida de la última puja -30.533 euros-, no han conseguido venderlo.

Tras aquella fallida subasta, Facenda abrió en febrero un plazo de tres meses para que cualquier persona interesada pudiese presentar ofertas por el piso, por un importe superior o similar 18.649,05 euros, para convocar una nueva puja. El plazo termina este  lunes, 27 de mayo, y  a la vista del número de visitas que recibió el pasado viernes el inmueble, todo parece indicar que esta vez no faltarán manos alzadas para pelear por él.

Las ofertas que se presenten a la nueva puja no pueden bajar de 18.649,05 euros

Según explicaron los técnicos de Patrimonio que hicieron de cicerones en la visita al piso, la oferta más alta de las presentadas será la que marcará el precio de salida de la próxima subasta, que se celebrará con toda probabilidad tras el verano. Eso sí, quienes quieran presentar una oferta deberán ingresar el 25 % de la cuantía de la misma como aval, que luego se les devolverá si no consiguen hacerse con la vivienda.

En la imagen, uno de los dormitorio, con vistas a la ría y a los astilleros de Fene
En la imagen, uno de los dormitorio, con vistas a la ría y a los astilleros de Fene JOSE PARDO

«A mí, desde luego, me parece que las condiciones están muy bien, y además, la casa tiene ascensor, que es lo que a mí me interesa», señalaba Mari Carmen, una vecina de Caranza que quiere mudarse de piso, pero sin moverse de su barrio de toda la vida, para no tener que subir ni bajar escaleras. «Ahora vivimos en un séptimo, pero el ascensor solo llega al quinto y mi marido y yo ya estamos mayores para hacer esfuerzos», añadía a renglón seguido.

Además, entre otras ventajas, el inmueble está libre de cargas, los gastos de comunidad solo ascienden a 40 euros al mes y el IBI anual no llega a los 200. ¿Y qué decir del barrio en el que se encuentra? Para Marta, otra de las personas que acudieron a visitar el piso, no hay duda. «Que nadie se fíe de la mala fama que tiene Caranza, porque no es para nada cierta. Vivo aquí desde hace diez años y puedo decir que este barrio está genial, tiene de todo y es muy tranquilo».