El talento gallego conquista el Basque Culinary Center

LA GALICIA ECONÓMICA

Las empresas Calabizo y Osigris son galardonadas en los premios del prestigioso centro gastronómico

21 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El prestigioso centro gastronómico vasco ha premiado a las firmas gallegas Osigris y Calabizo con los galardones a la mejor start-up y a la compañía más innovadora. El jurado ha puesto en valor el carácter disruptivo y el alto impacto económico y social que pueden llegar a tener estas dos pequeñas empresas de la comunidad, que, según sostiene el comité de expertos, alimentan los valores de autenticidad, calidad, sostenibilidad e innovación.

El chorizo que los veganos llevan años esperando

M.MORALEJO

Desde las cocinas del restaurante vegetariano en el que trabajaba, Sofía Calvo escuchaba una y otra vez a muchos de sus clientes lamentarse sobre lo que echaban de menos paladear una simple rodaja de chorizo. Este producto, y el jamón, se han convertido en los reyes de la nostalgia cárnica de los conversos. Tomó nota. Y se puso a trabajar.

Edurne Sendra y Keila Pousa se le unieron en el propósito. Y entre las tres iniciaron un camino de muchos años de pruebas trabajo y esfuerzo. Tres ingredientes que acabaron por generar la fórmula secreta de su Calabizo, un chorizo cien por cien vegetal -y por tanto apto para veganos- fabricado con calabaza, orégano, pimentón, cebolla, ajo, sal y aceite de oliva. «Huele y sabe a chorizo y la textura se le parece mucho», resume Edurne Sendra, una de las artífices de un proyecto que no deja de llamar la atención en el sector gastronómico.

De hecho, según aseguran, ahora mismo ya tienen vendido todo lo que produzcan hasta el mes de abril. «El problema es que desde que nosotras procesamos el chorizo hasta que puede salir al mercado el producto tiene que pasar entre cuatro y seis semanas en el secadero. Es nuestro principal cuello de botella».

Desde que consiguieron dar con su innovador Calabizo, no han parado de buscar nuevas oportunidades y tratar de mejorar todo lo logrado. Sendra, Calvo y Pousa siguen a la busca de cualquier oportunidad que pueda ayudarlas a que su chorizo vegano conquiste nuevos paladares. Y los premios del Basque Culinary Center eran una buena oportunidad para ello. «Nosotras estamos muy ligadas al mundo gastronómico, pero, de momento, no trabajábamos con ningún chef y es un tema que nos quedaba por explorar. Cuando vimos que existía este foro en la Facultad de Ciencias Gastronómicas de San Sebastián no lo dudamos», explica Sendra. La acogida, dice, fue muy buena. Tras erigirse con el premio a la start-up más innovadora, esta compañía de Nigrán tiene ahora sobre la mesa muchas ofertas. «Es un proyecto que llama mucho la atención y al acabar las presentaciones en el Basque Culinary Center se acercaron muchos inversores. Tenemos varias invitaciones para participar en aceleradoras de toda España».

Mientras tanto siguen ampliando su cartera de productos. Están a punto de sacar un potaje de garbanzos vegano y ecológico para calentar en el microondas.

Tecnología punta para los pequeños agricultores

MARCOS MÍGUEZ

Todavía están en fase de desarrollo y su producto, como quien dice, va en pañales. Pero eso no ha sido impedimento para que decenas de miradas -muchas de ellas de inversores dispuestos a estirar el bolsillo por una buena idea- se centren en ellos. Porque los chicos que están detrás de Osigris tienen entre manos una estupenda solución para las pequeñas parcelas agrícolas que pueblan el campo gallego. «Nos dimos cuenta de que los dueños de grandes parcelas, los que podían permitirse pagar grandes tecnologías, tenían ya mucho donde escoger; mientras que los pequeños agricultores, que conforman el 75 % del mercado, no tenían nada», explica José Senande, consejero delegado de esta start-up.

Viendo las posibilidades que se les abrían en este sector, tomaron esta dirección. Este grupo de emprendedores ha desarrollado un software de agricultura de precisión, que proporciona soporte digital a los más pequeños del campo de manera gratuita. A través de una sencilla aplicación que se puede controlar desde el móvil, los trabajadores pueden mejorar el control de sus cultivos, abaratar costes y facilitar la comunicación e información entre los agricultores cercanos de forma anónima. «Nuestra gran innovación y lo que más está gustando ahora mismo es la posibilidad de controlar las plagas que rodean a tu plantación. Cuando uno de tus vecinos marca en el programa que alguna de sus cepas tiene una enfermedad, a ti y al resto de los productores que te rodean les va a llegar una notificación a su móvil avisándolos de que alguien, sin especificar exactamente quién para mantener el anonimato y evitar acusaciones directas, tiene una plaga en su plantación. De esta manera, se pueden prevenir problemas en nuestra propia parcela y anticiparse a las epidemias». Y hay más. Porque Osigris también permite consultar los datos meteorológicos de la estación más cercana.

La aplicación saldrá al mercado en abierto entre marzo y abril, «pero ha gustado tanto que ya tenemos a gente muy interesada en nosotros». Y los premios del Basque Culinary Center lo atestiguan. «No nos esperábamos ganar el premio a mejor start-up. Nos apuntamos por ver cómo funcionaba todo esto. Ganamos porque, según nos dijeron, veían que teníamos un gran futuro. La sencillez de la aplicación permite que la utilice cualquiera y, además, vamos a compartir tantos datos que puede llegar a ser un bombazo».