Pide un marco fiscal competitivo y medidas de alcance para que las inversiones no se vayan de Galicia
30 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La desaceleración económica está en camino. El 2019 va a ser peor que el 2018 y el escenario que atisba el economista Santiago Lago, con unas tasas de paro que siguen siendo más altas que antes de la crisis (año 2007), una demografía plana y envejecida, y una capacidad manifiesta de captar inversión extranjera solo se salva con el esfuerzo de las empresas gallegas de carácter familiar. Gracias a este tejido empresarial Galicia soportó mejor la recesión. «Despidieron menos y ahora crean el doble de empleo», asegura Lago, que dirige la red de cátedras de empresa familiar de las universidades gallegas. «El éxito de la economía gallega va de la mano de las empresas familiares de aquí», asegura el experto.
Ante las incertidumbres que se ciernen sobre el horizonte, lo inteligente sería apostar por ellas, y la manera de hacerlo debería de pasar por un la creación de «marco fiscal competitivo» para, entre otras cosas, fomentar la localización de inversión y empresas en la comunidad. Así lo cree el presidente de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar (AGEF), Víctor Nogueira, que solicita a la Administración autonómica «un paquete de medidas para hacer atractiva Galicia a los inversores. Que las empresas no solo vengan, sino que se queden».
Lago y Nogueira presentaron ayer en Vigo el resultado de un estudio sobre mecenazgo y patrocinio de sus 58 compañías asociadas a AGEF. El análisis indica que las empresas familiares de la comunidad invierten 44,5 millones de euros anuales en mecenazgo y patrocinios en apoyo de unos 4.800 proyectos, asociaciones y oenegés de su entorno. Según sus datos, el 58 % de las firmas familiares consideran que el efecto sede y la cercanía de los propietarios a su entorno es el factor que más influye en la redistribución de beneficios en forma de inversión social en Galicia.
Según esta agrupación, las compañías con sede en territorio gallego han aumentado su VAB (valor añadido bruto) en un 272 % entre 1996 y 2016 (último dato disponible).