Galicia se despereza del letargo eólico con la construcción de 14 parques

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

ALBERTO LÓPEZ

Cinco compañías invierten 400 millones en los proyectos, que finalizarán este año

07 jun 2019 . Actualizado a las 12:09 h.

En el 2012 se frenó en seco el desarrollo eólico por obra y gracia de la reforma energética acometida por el exministro de Industria, José Manuel Soria, quien recortó las primas que percibían las tecnologías renovables para contener los gastos del sistema eléctrico. Sin incentivos, el sector se paró, aunque en Galicia el último parque se estrenó en el 2015. Desde entonces, se han producido algunos cambios de aerogeneradores por otros más potentes, pero las instalaciones de nueva construcción han brillado por su ausencia.

Hasta ahora. La comunidad se despereza del letargo y están en construcción 14 parques, que deberán entrar en operación el 31 de diciembre. Todo un atracón eólico.

Según datos proporcionados por la Consellería de Industria, la antigua Gas Natural Fenosa, ahora Naturgy, firma seis de ellos; la lucense Norvento, cuatro; y Enel Green Power (Endesa), tres. Esta última bautiza uno de ellos como Paravento, asociada con el Ayuntamiento de Paradela.

El decimocuarto parque está promovido por Inverólica de Abella, una sociedad de la gallega Invertaresa, y casi la única que se ha salvado del concurso de acreedores en el que se encuentran inmersas las demás.

La Consellería de Industria incluye en la lista una repotenciación en un parque de Iberdrola situado en la sierra de A Coriscada, entre los concellos de Mañón y Ortigueira, pero no se trata de una instalación nueva.

La inversión conjunta que están movilizando estos proyectos alcanza los 400 millones de euros.  

No están todos los que son

Todos estos parques que están en obras incorporarán a final de año una potencia instalada cercana a los 370 megavatios, cuando la actual ronda los 3.300. Son algo más de la mitad de los previstos inicialmente por la Xunta, que estimaba que fuesen en torno a 700. Los mismos, por cierto, que perderá Galicia dentro de año y medio, cuando Naturgy cierre la central de carbón de Meirama.

En esta lista de parques en obras se echa de menos a Greenalia, que compró cinco proyectos eólicos para su desarrollo y puso en funcionamiento ya este mismo año. Fuentes de la compañía gallega avanzaron que esperaban comenzar los trabajos a lo largo de este primer trimestre.

También están pendientes de iniciar las obras en tres parques más de Norvento.

Las promotoras han tenido que poner en marcha estas instalaciones en un tiempo récord. Todos ellos son fruto de la potencia renovable adjudicada por el Gobierno central en las subastas de incentivos celebradas en el 2016 y, sobre todo en el 2017, cuando se convocaron dos. La condición ineludible que tenían que cumplir los beneficiarios de las pujas era que las instalaciones entraran en operación en diciembre del 2019, es decir, dentro de 11 meses. De ahí la premura de las empresas para obtener permisos, contratar obras y maquinaria.

Para facilitar todos los trámites que se le venían encima, la Xunta aprobó a finales del 2017 la Ley de Fomento Empresarial que permitió la declaración de especial interés de los proyectos para acortar la concesión de permisos.

Los primeros parques se empezaron a levantar en el verano pasado (la primera fue Naturgy), y hace unos días se izó el primer aerogenerador en uno de ellos (el de esa misma compañía en Laxe), pero no ha dado tiempo a que lo hagan todos.

La Xunta tenía en cartera hace unos meses 35 proyectos eólicos, que incluían también las repotenciaciones ya acometidas.  

La tercera más potente

Galicia fue en el 2017 la tercera comunidad de España con mayor capacidad de generación eólica, tras Castilla y León y Castilla-La Mancha, según datos de la Asociación Empresarial Eólica, la patronal a nivel nacional. Desbancó así a Andalucía, que cayó al cuarto lugar, gracias a las repotenciaciones de varios parques.  

El viento hunde los precios de la electricidad patria

Los algo más de mil parques eólicos que salpican España (160 de ellos, en Galicia) batieron el miércoles pasado récord de producción: 377 gigavatios hora, que alimentaron el 44 % de la demanda energética, según datos de la Asociación Empresarial Eólica, la patronal del sector a nivel nacional.

La anterior marca la batió en febrero del 2016, con una cifra ligeramente inferior a la actual, de acuerdo con la información facilitada por Red Eléctrica de España (REE). Según el operador del sistema eléctrico, la eólica se convirtió así en la tecnología líder de generación el 23 de enero, seguida de la nuclear (17,7 %) y el carbón (12,8 %)

Tal cantidad de eólica explica, en parte, que el precio de la electricidad en el mercado mayorista -que fija un tercio del precio que pagan los consumidores en el recibo de la luz- fuese el más bajo de los principales países europeos del entorno, con 61,04 euros por megavatio hora. En el Reino Unido fueron 85,5; en Alemania, 85,8 euros; y en Francia, 85,9.

Fuentes del sector indicaron a Europa Press que el principal motivo para este nivel de precios en Europa es la menor producción renovable en comparación con España.

Para esta semana, la previsión de los futuros del mercado de la electricidad en España se mantiene ligeramente por encima de los 60 euros. Estos niveles sitúan enero, con una media hasta ahora de unos 63,5, por encima de los niveles del pasado mes de diciembre, cuando fueron 61,8. En enero del 2018, el precio rondó los 50 euros por megavatio hora producido.

No obstante, ambos precios no son comparables, ya que el punto de inflexión en el mercado mayorista de la electricidad se produjo antes de mediados del año pasado, cuando se registró un encarecimiento de los derechos de emisión de dióxido de carbono, que aún se mantiene.

El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35 % sobre el recibo final, mientras que el 40 % corresponde a los peajes y cerca del 25 % a impuestos.