Galicia industrial, la reconversión que no cesa

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

Alcoa y Meirama abren nuevos agujeros en un tejido productivo debilitado por décadas de cierres

28 feb 2020 . Actualizado a las 12:11 h.

No hay mejor arma que la competitividad para amarrar la producción y los empleos que genera la gran industria. Es una premisa de libro que citan todos los expertos economistas cada vez que tratan de explicar el cierre de una mediana o gran empresa (de más 100 trabajadores) y el impacto socioeconómico que deja en la comarca afectada. Otro elemento común, tras cada agujero que se abre en el tejido productivo gallego, es que casi siempre se veía venir, pero nadie fue capaz de hacer nada.

La historia se repite una y otra vez en las cuatro provincias gallegas, pero en especial en el eje atlántico Vigo-A Coruña, en donde se concentra el 60 % del PIB gallego. La Artística, Cros, la Fábrica de Tabacos, Arteixo Telecom, Caramelo, T-Solar, Alfageme, Valeo, Draka, Prevent, Treves, Pórtico, Donuts, Elnosa son parte reciente de esa historia de fracasos de modelo productivo y de dramas humanos.

La mayoría de estos cierres se produjeron durante la crisis que lo enmascaró todo: desde deslocalizaciones a quiebras por mala gestión. Ahora (supuesto momento de recuperación), llega el golpe de Alcoa, con 700 despidos (entre A Coruña y Avilés) y el final de la central de Meirama (afecta a 70 empleos). Sus causas son diferentes, como ha ocurrido con las anteriores extinciones.

Ha llevado tiempo neutralizar (que no superar) un batacazo como el sufrido entre los años 2009 y 2013, cuando en Galicia se produjo el cierre de 49.500 empresas del sector manufacturero y la destrucción de medio millón de empleos.

Riesgos y debilidades

Hoy los principales sectores productivos (textil, mar-industria, alimentación, naval-metal y automoción) tienen su actividad asegurada. Pero el riesgo de nuevos cierres no ha desaparecido.

La profesora María José Piñeira Mantiñán, del departamento de Geografía de la Universidade de Santiago de Compostela, se ha atrevido a sacar a la luz los riesgos en un artículo publicado en Urban Science, en el que alerta de la «debilidad» del tejido productivo de A Coruña, con Inditex y la refinería de petróleo a la cabeza. «Su economía está constituida por pequeñas empresas y un sector servicios basado en el comercio y el turismo, ramas de actividad con contratos más inestables, y peores condiciones de trabajo y salarios», dice.

«Galicia necesita una política industrial proactiva y no defensiva basada en ayudas» El estudio considera más «consolidada» el área de Vigo, «con PSA a la cabeza de la automoción, la conserva, la industria pesquera o la industria de congelados, a lo que se une la proximidad del potente polo industrial y empresarial de Porriño». Pero el 95 % de la industria del automóvil está en manos de multinacionales que, como en el caso de Alcoa, tienen sus centros de decisión fuera de Galicia, y esa es una de la causas que explican algunos cierres industriales sonados, en opinión de José Francisco Armesto, miembro del Consello Económico e Social de Galicia y colaborador del Foro Económico de Galicia. Pero solo alguna, porque la realidad industrial de Galicia es compleja. «No se puede hablar de una única causa. En unos casos, la industria cierra porque se acaba el ciclo y ha dejado de ser competitiva; en otros, por mala gestión o por luchas internas en un proceso de transición familiar», afirma el economista que, en todo caso considera que la comunidad gallega sigue siendo competitiva.

Un proceso cíclico

«Son procesos cíclicos, hay unas empresas que desaparecen y otras que vienen. El problema no es el cierre, sino que se ve venir y no se hace nada para evitar el impacto social que conlleva. Hace falta una política industrial proactiva, no defensiva, basada en ayudas», dice. «Se gobierna por impulsos, sin estrategia industrial a medio y largo plazo», afirma Armesto.

«El problema no es el cierre, sino que se ve venir y no se hace nada para evitar el impacto» Del mismo parecer es el catedrático de la Universidade de Santiago y escritor Xoán Carmona, que apuesta por las políticas que refuercen el tejido existente. «Hay que reforzar los clústeres y adoptar medidas de promoción y apoyo a la industria que tiene sede en Galicia», afirma el catedrático, que considera necesaria una política financiera para el tejido industrial, que se ha visto afectado por la pérdida de las cajas gallegas.

Los afectados