Multas por los últimos altercados violentos del fútbol gallego

FUTBOL GALLEGO

MARÍA PEDREDA

Competición sanciona económicamente a los clubes porque solo puede actuar sobre poseedores de licencia federativa, a la espera de la decisión de la Xunta

13 mar 2019 . Actualizado a las 22:09 h.

El Comité de Competición y Disciplina de la Real Federación Gallega de Fútbol sancionó con multas y partidos de suspensión a algunos protagonistas y clubes (como responsables indirectos) que participaron en los episodios violentos que abochornaron al fútbol aficionado gallego en los últimos días.

El organismo sancionador ha trasladado a la comisión gallega de control de la violencia en el deporte de la Xunta de Galicia el caso de la niña de nueve años de edad que sufrió insultos machistas en el transcurso del Laxe-Buño alevín, porque la federación tan solo puede castigar a clubes, jugadores, entrenadores y directivos, es decir, a poseedores de licencia federativa. Y, además, en este caso, el escrito de denuncia y el acta no recogen pruebas de la identidad de la madre que profirió los insultos.

Con la normativa en la mano, el Comité de Competición y Disciplina, aplicó una sanción de 121 euros a la AJ Lérez y la EFB Moañesa y apercibimiento de clausura o partido a puerta cerrada por los incidentes sucedidos en el transcurso del partido de prebenjamines en el que los padres de jugadores de ambos equipos se enzarzaron en una pelea debido a la obstaculización de la visión del campo por parte de varios de ellos. Dado que en el acta se recoge que los niños de tan corta edad presenciaron tal situación y tuvo que acudir la policía, se finaliza el partido para que los niños no tengan que revivir la situación de nuevo.

La misma sanción recibió el As Pontes porque uno de sus aficionados insultó con referencias racistas al árbitro (gitano) del partido de juveniles que le enfrentó al Viveiro. A pesar de que el As Pontes alegó que el aficionado no estaba vinculado con el club, fue sancionado por no colaborar en la represión de conductas xenófobas.

También el Carcacia (del grupo 4 de Segunda Autonómica) fue castigado con la misma sanción (121 euros de multa y apercibimiento de clausura o partido a puerta cerrada) por incumplir la obligación de proteger al árbitro cuando fue acosado por los aficionados, impidiendo que cerrase el vestuario para cambiarse tras el partido contra el Valiño Cabo de Cruz. Se identificó a uno de los agresores como jugador (no convocado) y fue castigado con seis partidos de suspensión.

La tangana entre aficionados y futbolistas que se produjo tras haber finalizado el Covadonga-Melias (Primera Autonómica, grupo 4) se saldó con 60 euros de multa a cada club, dado que el encuentro ya había concluido y ya se encontraba presente la policía. Las fuerzas de orden público habían acudido por un comportamiento inapropiado de integrantes del Melias en las postrimerías de la primera parte. Por esa razón, este club recibió una multa adicional de 30 euros.

Sesenta euros de multa fueron los establecidos para el Esteirana (que jugó en el campo del Baio en el partido correspondiente a la Primera Galicia, grupo 2) porque varios de sus aficionados escupieron al trío arbitral cuando se disponía a alcanzar los vestuarios.

El Marola-Vioño de Segunda autonómica juvenil, grupo 1, fue suspendido porque el árbitro tuvo que huir a los vestuarios tras ser amenazado y perseguido por varios jugadores del Vioño que habían sido expulsados, y que fueron sancionados con cinco partidos de suspensión.