Alberto Fernández Doldán, un entrenador coruñés en la élite china

María Cedrón A CORUÑA

FUTBOL GALLEGO

«China tendrá equipos de fútbol competitivos en quince años», idce el gallego, que coordina un proyecto de élite al que el gobierno envía a sus mejores promesas

04 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«China, una potencia del fútbol». Un titular como ese publicado un día como hoy, 4 de enero del 2019, suena a cuento chino. Pero no lo será tanto en unos años. Al menos es lo que cree el presidente Xi Jinping, un amante del fútbol europeo que se ha propuesto que la República Popular entre en la élite del fútbol mundial. Y a Alberto Fernández Doldán, un entrenador de A Coruña acreditado con el máximo nivel, UEFA Pro que coordina el proyecto de élite de la escuela Wujiaochang, en el distrito Yang Pu, en Shanghái, no le parece que sea algo descabellado en el futuro. A su juicio, «China tendrá equipos competitivos en quince años». En ello, a través de entrenadores como él, Galicia también aporta su grano de arena.

Porque el Gobierno de Jinping no repara en gastos, ni tampoco en esfuerzos. No solo quiere que su país sea sede de un Mundial, prueba en la que únicamente participó una vez. Fue en Corea y Japón en el 2002, pero perdió en la primera ronda. Pretende ganarlo.

Para ello tiene un plan con el objetivo de que el año que viene haya 20.000 escuelas por todo el estado. Los mejores de esas escuelas son elegidos para entrar en academias de élite como en la que está Alberto. Los miércoles, además, ofrece formación a entrenadores locales. «Además de coordinar el proyecto del distrito, tengo un equipo de benjamines a mi cargo. Los niños de ocho años a los que entreno llevan haciéndolo desde hace tres o cuatro. Han empezado dentro de los plazos necesarios para su correcto desarrollo en el futuro. Los de 12 y 13 años arrastran una iniciación tardía y unos vicios adquiridos que hay que corregir por lo que su desarrollo es más complejo», comenta.

El equipo de este entrenador que antes de regresar a China, donde ya había estado con La Liga, trabajó en las categorías inferiores del Dépor logrando el título de campeones de su grupo de la liga gallega cadete con el San Tirso, va primero en la clasificación del distrito de fútbol 8 en Shanghái. «De ocho partidos han tenido 7 victorias más un empate. El premio es viajar a Australia a una competición internacional. Están muy motivados. Lo toman muy en serio, pero también los padres están empezando a vivirlo como en España», comenta.

Haber entrenado en Galicia le permite comparar. «En China están cambiando el concepto de entrenamiento. Aquí no juegan en la calle, no hay eso de ir al patio con el balón. Entrenaban de forma muy analítica, algo que tenía poca transferencia al juego real. Lo que ocurría es que estaban acostumbrados a recibir órdenes. Lo que estamos tratando de hacer es buscar su autonomía, que sean capaces de decidir ellos mismos qué hacer cuando están sobre el césped, pero haciéndoles entender el juego en beneficio del equipo. El camino que tomen ha de beneficiar al conjunto. Damos a los niños mecanismos para que sepan resolver incertidumbres que se producen durante la competición», explica. Parece que las directrices que dan tanto él como otro gallego que está en la escuela, Víctor González, el portugués Rui Vitorino o el palentino Óscar González, da frutos. Porque, sobre todo, lo principal es que los niños sepan trabajar en equipo. Porque Alberto lo tiene claro: «Más que un resultado inmediato lo que importa es el proceso formativo».

No hay más que ver cómo este deporte empieza a calar. Para muestra unos cuantos datos económicos. Las compañías chinas han ido invirtiendo últimamente en varios equipos extranjeros. En su lista están el Inter de Milán, el Milan, el Manchester City y el Atlético de Madrid.

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