La Policía concluye que en Verín engañaron a jóvenes futbolistas extranjeros con contratos falsos

La Voz OURENSE / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

AGOSTIÑO IGLESIAS

Los detenidos en la jornada del martes declaran en el juzgado verinense

11 jul 2018 . Actualizado a las 14:17 h.

Continúan las diligencias para esclarecer el caso de las detenciones de tres hombres, que presuntamente están vinculados al grupo criminal que engañaba a jóvenes futbolistas extranjeros con falsos contratos en España. Entre los detenidos se encuentran el expresidente del Club Deportivo Ourense, Alberto González Atanes y el actual dirigente del Monterrei CF, Feliciano Romero, puestos a disposición judicial para prestar declaración.

Según las investigaciones policiales: «Los arrestados captaban a jóvenes futbolistas en sus países de origen y les ofrecían la posibilidad de jugar en equipos de fútbol de la liga española y, una vez en nuestro país, eran empleados en condiciones de hambruna hasta el punto de ser mantenidos por organizaciones sociales».

La investigación comenzó el día 4 de mayo, cuando un joven futbolista mexicano acudió a la comisaría de Verín para presentar una denuncia en la que manifestó que había llegado a España por una oferta para jugar en un equipo de fútbol. Según la denuncia, el ofertante le brindó trabajo, alojamiento y manutención, siendo él el que debía pagarse el transporte, si bien, al llegar aquí, se percató de que la oferta era un engaño.

Una vez en España se le indicó que debía desplazarse a Verín, donde le informaron de las condiciones reales de la oferta, disminuyendo el sueldo inicialmente ofrecido y no facilitándole contrato de trabajo inicialmente. Además le trasladaron a un piso donde se encontró con otros jóvenes en su misma situación, sin ningún medio, y haciéndoles pasar hambre y frío.

Las personas que le atendieron le informaron de lo qué tenía que hacer para obtener la documentación española de forma irregular, lo que les permitiría darle un contrato de trabajo y le facilitaría el poder jugar en otros clubes, haciéndole firmar además un contrato de representación y cesión de derechos de imagen por cinco años. Igualmente, según manifestó la propia víctima, le propusieron casarse con una española para conseguir la nacionalidad se case con una chica nacional.

 La Policía Nacional concluye que «el grupo criminal tenía un doble objetivo, beneficiarse inicialmente de un equipo de fútbol de mayor calidad deportiva, lo que facilitaría la entrada de financiación a través de nuevos patrocinadores y obtener un lucro por los contratos de representación de los jugadores en un futuro».

Iniciada la investigación por estos hechos, se consiguió identificar a tres responsables de la trama, así como a siete jóvenes que habían sido traídos a España en las mismas condiciones, para jugar en un club deportivo y se encontraban alojados en el mismo piso de esa localidad que el denunciante. Posteriormente se identificó a otros dos jóvenes que jugaban en otros equipos y que habían llegado a España por el mismo procedimiento. Los jóvenes procedían de México, Argentina, Colombia, Venezuela y Senegal.