Adrián López, Piscu: «El queso de tetilla me vuelve loco»

FUTBOL GALLEGO

Adrián López, Piscu
Adrián López, Piscu Abraldes

El exdeportivista reconoce que junto al lácteo, también se llevó a Dinamarca pan gallego

14 may 2018 . Actualizado a las 10:15 h.

Emigrante del balón, Piscu finaliza estos días su segunda experiencia en el fútbol danés. Tocó el cielo de Primera con el Deportivo y ganó la FA Cup inglesa desde las filas del Wigan, antes de dar el salto a la MLS, donde jugó en el Montreal Impact. Tras dos operaciones de rodilla descubrió Dinamarca con el Aarhus. Ahora desde las filas del Fredericia, un histórico que milita en la segunda categoría, esta temporada ha sido semifinalista de Copa, pero sobre todo se ha adaptado a la perfección a un país que admira.

-Si pudiera, ¿qué se traería a España de Dinamarca?

-El sistema político, cómo funciona todo. Es lo que más me llama la atención. Se pagan muchos impuestos, pero también se recibe mucho. Con 18 años el gobierno te da una paga por estudiar. Seas del nivel social que seas. Las bajas por maternidad son de un año y hay la posibilidad de combinarlas con el marido, y luego otro año de jornada reducida. El paro es un seguro privado, como el del coche o el de casa, y las pensiones, también. Nunca oirás a un danés hablar mal del sistema político de Dinamarca. Ponen las cosas muy fáciles y me gustaría llevar esa satisfacción con la clase política a España.

-En Fredericia ha podido codearse con Plácido Domingo.

-Fue gracias a la embajada española. Al final, haber jugado al más alto nivel en España y en Inglaterra te abre puertas y te permite conocer al embajador y al cónsul. Con el cónsul fui a un concierto de Plácido Domingo y fue sorprendente, porque luego nos invitó a cenar y estuvimos charlando con él. Le gusta muchísimo el fútbol. Fue una experiencia conocerle y poder hablarle de tú a tú.

-Es muy blanco.

-Sí, mucho, mucho. Tiene hasta la carcasa del móvil del Madrid.

-¿Le recordó el centenariazo?

-Ya se acordaba él (risas). Fue muy agradable, le gusta mucho el fútbol y hablamos muchísimo, incluso de la selección. Fue muy interesante.

-¿Qué más hace en su tiempo libre?

-Me gusta mucho escribir. Tengo un blog en la dirección www.adrianpiscu.com.

-¿Sabe danés?

-Sé aproximadamente un 20 %. En el día a día me adapto. El miércoles di mi primera entrevista en danés. Fue para el club y me atreví a hacerla en danés.

-Incluso entrena a un equipo de chavales del club.

-Es muy curioso, porque el Fredericia, que no es el Brondby o el Copenhague, que son los clubes que más suenan, le da muchas facilidades a los deportistas. Aquí las escuelas tiene horarios para las promesas del deporte. Los míos entrenan por las mañanas y luego se van a clase. Entreno a chicos entre 14 y 17 años desde las ocho menos cuarto de la mañana hasta las nueve y media. Es una especie de entrenamientos de especialización, solo con los mejores. Luego, yo me voy con mi equipo y ellos se van a clase. Cursan en diferentes institutos, con otros deportistas, con gente que juega a balonmano, o a bádminton. Pero no solo eso. Todos en mi equipo están estudiando carrera. Y cobran un sueldo del club y otro del Estado por estudiar. En España es habitual que un futbolista abandone los estudios, porque no puedes ir a clase y a entrenar.

-¿Y usted? ¿Va a volver a estudiar?

-Pues sí. El próximo año voy a ir a la universidad. Voy a hacer Gestión Deportiva. La carrera será en inglés, aún no me atrevo a hacerla en danés (se ríe). Un año más y espero hablar el idioma. Me parece algo muy interesante y se nota en las personas. Todos mis compañeros de equipo están estudiando. Y cobran un sueldo del club y otro por estudiar.

-La próxima será su tercera temporada en Dinamarca, ¿cómo vence la morriña?

-La verdad es que se echa de menos y con la edad se echan más de menos las pequeñas cosas. Cuando fui a Inglaterra no me sucedió. Vas con la ilusión de ir al extranjero y tal. Y en Canadá podía conseguir de todo. Aquí sí que estoy notando más la morriña. Estoy deseando que lleguen las vacaciones e ir a As Pontes. No quiero moverme lejos o irme a otro lado. No. Quiero estar en Galicia. Me apetece quedarme y recargar pilas en casa. Voy sin ninguna perspectiva, ni ningún viaje en mente. Solo a ver a la familia y los amigos.

-¿Cuando se vuelva a ir llevará la maleta cargada de productos de la tierra?

-No, cargada, no. Pero sí que soy mucho de pan y queso gallegos. Me vuelven loco. Y embutido también, pero sobre todo de pan y queso. El de tetilla me vuelve loco. Cada vez que pasan los años vas echando más de menos tus raíces, lo noto. Aquí me quedan dos semanas de liga, ya no nos jugamos nada y estoy con muchas ganas de que llegue el día de hacer las maletas e irme. El club organiza una fiesta de despedida, pero no es al día siguiente de acabar, hay que esperar diez días, y no puedo esperar para irme a casa. Se lo dije y lo entienden.

A los 31 años, aún con mucho fútbol en las botas, Adrián López se reconoce encantado en el Fredericia, donde se declara muy contento con la ciudad, el club y su entrenador, por lo que desea seguir creciendo en buenas sensaciones y juego. «Mi esperanza es hacer un buen año y dar el salto a un equipo de la primera categoría», insiste el defensa de As Pontes.

-Otra afición deportiva que no sea el fútbol.

-El baloncesto.

-¿Qué equipo o jugador admira?

-Derrick Rose, cuando estaba en los Chicago Bulls.

-¿Es aficionado a la NBA?

-Cuando estaba en América la veía. Ahora no tanto, pero en general todo lo que sea deporte me gusta.

-Durante su estancia en Canadá ¿fue a algún partido de los Raptors?

-No. Fui a uno de los Lakers para ver a Kobe Bryant. En el 2016.

-Otra afición que no sea ningún deporte.

-La música.

-Una canción que le guste escuchar antes saltar al campo en los partidos.

-Cadillac solitario, de Loquillo.

-¿Cuál es el último libro que ha leído?

-El poder del perro, de Don Winslow.

-Su película favorita.

-Alguien voló sobre el nido del cuco.

-Un país o una ciudad que haya conocido y que recomiende visitar.

-Canadá.

-¿Qué considera lo más importante de la vida?

-La familia y los amigos.