«Sacrificio, trabajo e intensidad» es la receta del técnico ferrolano para reflotar a un Viveiro al que ya entrenó en la temporada 2006-2007
15 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Apenas 48 horas ha tardado la directiva del Viveiro Club de Fútbol en elegir y contratar al sustituto del cesado Fernando Gundín. Germán Amil (Narón, 1963) reaparece en Cantarrana 10 años después con la misión de espabilar a un equipo aturdido y atascado en el extremo opuesto al que le corresponde por plantilla y prestigio. El reto lo considera exigente porque, dice, «cuando los resultados no son los esperados y estás en la zona baja el estado anímico se ve afectado». Y su fórmula para el reflotamiento no esconde secretos. «Mucho sacrificio y trabajo, intensidad y remar todos a una. Será importante contar con el apoyo de la directiva y, sobre todo, del público de Cantarrana», razonó.
Amil, que había defendido la camiseta celeste durante siete campañas a finales de la década de los 80 y principios de los 90, encara un nuevo desafío en el banquillo viveirense con la misma ilusión o incluso más que cuando Domingo González, entonces presidente, le puso al frente de la plantilla en la temporada 2006-2007. Con Kiko en la portería y jugadores de la talla de Kiko Rey, Suso Peña, Canario, Pablo Lago, Iván Fra, Pablo Breijo y Edu, entre otros, aquel Viveiro peleó hasta los compases final por entrar en la promoción de ascenso a Tercera y terminó la competición en la sexta plaza. «Guardo muy buenos recuerdos de aquel año», subraya Amil, que pasó por el Somozas, el As Pontes, el Narón y el Galicia Mugardos después de abandonar el equipo viveirense «por las enormes dificultades que teníamos para entrenar».
El nuevo preparador ya tomó la batuta ayer. Dirigió el último entrenamiento de una semana atípica por el partido del miércoles en O Saviñao y que cerrarán mañana enfrentándose con el líder Noia. Amil hubiera preferido un partido más propicio para poner una sonrisa a su reestreno, si bien considera que «haciendo las cosas bien vamos a tener posibilidades seguro». A propósito de la plantilla de la que dispondrá para llevar a cabo su misión, el estratega naronés confesó que echa de menos recambios para determinadas posiciones y asegura que «hay mimbres» para llevar el proyecto a buen puerto.
«Encantado» por su vuelta a la que considera «primera o segunda casa, no lo tengo muy claro», asegura, Germán Amil dejó claro que los dirigentes del club no le impusieron luchar por el ascenso y quiso insistir en lo que repitió hasta la saciedad su antecesor. «Los equipos no los hacen los nombres. Si no hay compromiso malamente competirás a un buen nivel», sentenció.