El Compos se ahoga en San Lázaro

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

El Logroñés se llevó los puntos tras un error defensivo y con un penalti que se inventó el árbitro

11 ene 2016 . Actualizado a las 16:53 h.

El Compos, con la titularidad de los dos refuerzos de invierno, Manu y Bicho, volvió a perder en casa. Esta vez fue el Logroñés quien se llevó los tres puntos con poco esfuerzo: 0-2.

Con un terreno de juego encharcado y con un balón que cada vez que tocaba el césped se descontrolaba, Compos y Logroñés se vieron obligados a cambiar su repertorio y buscaron el fútbol directo como único recurso de supervivencia. El escenario fue el de siempre, pero el once blanquiazul tuvo que utilizar el plan B. El fútbol combinativo, la mejor arma que maneja el Compos, esta vez se quedó en los vestuarios. Tampoco el Logroñés, un equipo bien armado y con calidad, quiso complicarse la vida con el juego en corto y de toque.

La lluvia, que cayó insistentemente sobre la capital gallega, castigó el césped, el fútbol y a los jugadores. También a la afición, pues esta vez solo acudieron setecientos valientes espectadores. La tarde de perros y la pésima situación del equipo apenas motiva a la parroquia.

Con todo esto, el espectáculo futbolístico prometía muy poco. Las apuestas antes de iniciarse el duelo se inclinaban por el 0-0, un mal menor para el Compos. Con la mejor defensa en el lado visitante y con el peor ataque en el bando local, con el tapete mojado y resbaladizo y con dos equipos muy centrados en proteger sus respectivos marcos, poco se podía esperar del encuentro.

XOÁN A. SOLER

Gallegos y riojanos sabían de antemano que un mínimo error podía ser la causa de la desgracia. Por eso, centraron su juego en la zona ancha y trataron de sorprender con desplazamientos largos, pero sin mucha efectividad. Ambos contendientes buscaron como locos la estrategia. El primero en probar suerte fue el Logroñés, con un tímido cabezazo de Álvaro a las manos de Pato. Respondió el Compos con una falta lejana de Jordan que salió rozando el travesaño.

A la media hora de juego, un potente lanzamiento de Marcos Rodríguez, que se fue a córner, inquietó a la zaga visitante. En la acción posterior, Catú remató de cabeza y el esférico rozó el palo de Miguel. Segundos antes del descanso, Catú volvió a convertirse en protagonista. En la misma línea de gol evitó el tanto.

Le tocó la lotería

La segunda parte arrancó con la misma inercia que finalizó el primer acto, si bien el técnico riojano movió ficha para buscar mayor profundidad. El Compos mantuvo la intensidad y se fue un poco más hacia arriba. Sin embargo, en una contra al Logroñés le tocó la lotería.

Joel Valencia regateó a su marcador y chutó con fuerza. Pato Guillén despejó con apuros y nadie acudió al rescate. El balón muerto en el área lo recogió Pere Milla, que no perdonó. Fusiló al meta uruguayo y las lágrimas regresaron de nuevo a la capital gallega. Después, el árbitro se inventó un penalti y Muneta mató a los blanquiazules. El Compos se ahogó en la lluvia de San Lázaro.