Bad Religion: «Creer que una canción puede cambiar las cosas es muy naíf»

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La banda Bad Religion actúa en el Coliseum coruñés.
La banda Bad Religion actúa en el Coliseum coruñés. cedida

«45 años haciendo lo que quieres». Así se llama la gira de aniversario de la emblemática banda punk que les trae hasta A Coruña el sábado, día 10

09 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Le han cogido gusto los americanos Bad Religion a tocar en nuestro país. Estos veteranos del punk letrado y de profunda carga política no se cansan de llenar grandes recintos en cada concierto que dan en España. Y, a pesar de llevar una buena temporada sin sacar disco nuevo, no dejan de visitarnos. Excusas no les faltan. La que les trae mañana al Coliseum Coruñés —acompañados por Agnostic Front, Strungout, Crim y Belvedere, en una especie de festival hardcore-punk que arrancará a las seis de la tarde y con entradas desde 57,50 euros— es la celebración de su 45.º aniversario. «¡Dudo que en un origen creyesen que iban a durar más de 45 días!», asegura Brian Baker, guitarrista de la formación desde mediados de los noventa y fundador de uno de los grupos más icónicos del hardcore americano, Minor Threat.

—¿Cuál es el secreto de la longevidad de Bad Religion?

—Hemos ido paso a paso y hemos llegado hasta aquí siendo buenos amigos y manteniendo el espíritu de los primeros años. Nos gustamos los unos a los otros. Como personas, digo, más allá de lo musical. Tocar con tus amigos es un buen comienzo. La música mola, es importante, pero para mí lo más importante es tocar, estar con la gente de la banda, pasar tiempo con ellos. Eso es lo que realmente me gusta y disfruto. Por otro lado, creo que es fundamental permanecer curioso a pesar del paso del tiempo. Debes de mantener y potenciar tu interés, sobre todo si estás en una banda como Bad Religion, una banda política, crítica y social, porque siempre hay cosas nuevas que te hacen mantenerte alerta. El mundo no te da tregua.

­—¿Queda Bad Religion para rato? ¿Te ves en diez años sobre el escenario?

—¡Claro, seguro! Es que no puedo imaginarme haciendo ninguna otra cosa. Es lo que más me gusta hacer. Esto es todo un privilegio. Así que mientras podamos mantener cierta dignidad, seguiremos disfrutando de este lujo. Además, estoy alucinado de la cantidad de gente que viene a vernos actualmente. Reunimos a más gente en nuestros conciertos que nunca. Es un misterio, pero también una delicia.

—Venís en una gira por España que incluye varias fechas. ¿Qué habéis encontrado en nuestro país, que lo frecuentáis tanto?

—La razón principal es que hay mucha gente a la que le gustamos. Y tras venir durante décadas hemos terminado haciendo grandes amigos aquí. Vamos adonde nos entienden, y la gente aquí es curiosa y disfruta con nosotros. Encontrar eso en lugares tan dispares del mundo es increíble.

—¿Cómo te sientes con todo el circo que hay alrededor de Trump?

—Es algo terrible. Uno de los problemas que tiene mi país es que está convencido de que es muy especial. Que nunca pueden pasarnos cosas malas porque somos América. Que eso solo le pasa a otros países. Es una postura estúpida, de una arrogancia enorme. No es así, y lo estamos viendo. Es una época terrible para todos, especialmente para los que han mostrado más compasión, los que se preocupan de los demás. Pero la lucha continúa.

—Lleváis décadas lanzando un mensaje político claro, pero viendo los resultados de las últimas elecciones en EE.UU. parece que el mensaje no ha calado.

—Vamos a ver, es que se trata de canción protesta, al fin y al cabo. Es una reacción, pero no tiene por qué ser educativa ni tener el poder de mover Gobiernos. Su papel es animar a la gente a que esté vigilante. Tenemos a personas muy problemáticas en el poder, y Bad Religion está ahí para decirles a nuestros seguidores que se enfrenten a esa semilla. Pero creer que un disco o una canción nuestra puede cambiar las cosas, motivar una revuelta social o derrocar un gobierno, me temo que sería muy naíf por nuestra parte. Sería maravilloso, pero me temo que no va a ocurrir. Nosotros simplemente cantamos sobre la esperanza.

­—Han pasado ya más de cinco años desde vuestro último disco...

—Cierto, pero habrá novedades pronto. De hecho ya tenemos listas seis o siete canciones. Precisamente si no estamos girando más es por eso, porque vamos a encerrarnos en el estudio. Eso sí, para venir a España, siempre encontramos tiempo. Pero poco más estamos haciendo. Estamos muy concentrados en el disco y muy emocionados con él.

­—Estarás cansado de escuchar esta pregunta, pero es obligatoria para cualquier fan. ¿Existe alguna posibilidad de que se junten Minor Threat sobre un escenario?

—No. Ni la más mínima. Eso lo arruinaría todo [ríe]. Sería un desastre. Te aseguro que es algo que no quieres ver. Parte de la magia de Minor Threat es precisamente que ya no existe. Eso es lo que lo hace tan especial. Y no quiero arruinarte ese recuerdo.