Instrucciones para sobrevivir al dolor universal: cuando se estrelle el avión, llora, pero con la cabeza bien alta

FUGAS

La nueva obra de Nina Bouraoui, a la venta el 13 de noviembre, es una tierna y compasiva carta de amor a su padre y a la vida que queda después de la muerte

08 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En la última página de un manual para azafatas de vuelo, Nina Bouraoui (Francia, 1967) leyó un día: «Antes de que se estrelle el avión, agache la cabeza y sostenga las rodillas». Instrucciones de supervivencia que, sin embargo, le parecieron cínicas e inútiles porque, seamos honestos, «en general, nadie sobrevive a un accidente aéreo».

Tampoco nadie sobrevive a la muerte, fatal destino universal que tocó al padre de Nina en junio del 2022, tras meses de caída en el pozo que cava el cáncer. En Un gran señor, la escritora francesa de descendencia argelina vuelca en crudo los sentimientos que la atraviesan mientras va llegando el final anunciado de su padre en un centro de cuidados paliativos de París.

Sin receta mágica, Nina busca consuelo en lo que sabe hacer, escribir, una actividad que va desbloqueando cálidos momentos del pasado que la rescatan del frío ambiente de hospital y le recuerdan que hubo un día en el que todo era normal y sencillo. Para bien y para mal. «La pena tiene memoria —afirma la escritora—, debo pues aligerarme de estos recuerdos».

Bouraoui describe con precisión la incertidumbre y la angustia de una espera que nos llegará más tarde o más temprano a todos —haciendo, como ya nos demostró en Malos pensamientos, de lo individual algo global— en un momento en el que se siente totalmente alejada del resto de la humanidad. Como si el hecho de que el mundo siguiese girando ahí fuera le pareciese un ejercicio irreverente.

Y acaba haciendo, sin pretenderlo, un buen manual para sobrellevar el dolor de la pérdida. Nina es vulnerable, está rota y su relato es triste y desgarrador, pero a la vez demuestra compasión y cariño, abraza la nostalgia y la atesora con una ternura que es difícil ignorar. Parece decir: «Cuando se estrelle el avión, llora, pero con la cabeza bien alta».

Una lección de amor y madurez, a la venta el 13 de noviembre.