Parte de nuestra memoria sentimental, los temas estivales son capaces de trasladar a un momento y un lugar concreto. Ojo, que también recuerdan la pesadilla de escucharlas a más de uno
16 ago 2024 . Actualizado a las 22:47 h.Odiadas por muchos, pero bailadas por casi todos. Son piezas que aparecen con el calor. Con su bailecito, su letra chisposa y su alegría para todos los públicos. Temas de temporada, pero que quedan en el recuerdo. Y, a veces, resucitan cuando menos te lo esperas.
1. «María Isabel», Los Payos (1969)
El mundo se filmaba aún en blanco y negro. Y en España la situación política acentuaba aún más la falta de color. El pop tenía que ser obligatoriamente amable. O no sería nada. Ahí apareció esta canción rumbera y despreocupada, arreglada con mucha gracia y con el toque de magia necesario (¡ese «chiribiribi pom pom pom pom»!) para engatusar a todo el país. Lo hizo, logrando un enorme éxito y dejando un tema inmortal, cuando empezaba a calar el concepto de la canción estival.
2. «Un rayo de sol», Los Diablos (1970)
Un año después de María Isabel, el verano español tuvo este tema como sintonía oficial. El amor llegaba con este estribillo luminoso servido en un rayo del astro rey. Compuesta por el trío Daniel Vangarde, Claude Carrère y Ekkehard Kristian, contaba con una versión previa lanzada en Francia en 1969 de la cantante Sheila. En España inicialmente iba a ser para Tony Roland. Sin embargo, acabó en manos de Los Diablos, quienes cambiaron la letra y el título. La lanzaron en 1970, obteniendo un éxito arrollador. En cierto modo, se convirtió en el arquetipo de la canción del verano.
3. «Hay que venir al sur», Raffaella Carrà (1978)
El ciclón disco había llegado a España y Raffaella Carrà quería ser la reina de la noche bajo la bola de espejos. El arranque ya traslada al hedonismo de Studio 54. Bajos poderosos, guitarras funkys y ritmos in crescendo. De ahí sale la voz de la cantante italiana para dar su particular versión del carpe diem con el fuego en el pecho. «Por si acaso se acaba el mundo / todo el tiempo he de aprovechar», canta para abrazarse a unos placeres carnales que, lo dice, se encuentran en el sur.
4. «Eva María se fue», Fórmula V (1973)
Por favor, los jóvenes que vayan a YouTube y vean los pasos molonguis que se marcaba Pedro Pastor cuando la interpretaban en la televisión. Fue el gran hit de aquel año, empapando a todo el país de la historia de aquella mujer que dejaba en un hombre desolado en la playa. Compuesta por José Luis Armenteros y Pablo Herrero, llamó mucho la atención por el uso del sintetizador. Se llegó a decir en su día que guardaba gran parecido con Little Bit O' Soul, tema de The Music Explosion de1967.
5. «El chiringuito», Georgie Dann (1988)
El sumun. Aquí descansa el modelo de todo lo que fue, es y será este género. Tontorrona, adhesiva y llena de tópicos, fue servida en 1988 honrando a uno de los máximos símbolos playeros: el sacrosanto chiringuito, símbolo máximo la felicidad estival. Todo con la característica sonrisa del artista y su cohorte de bailarinas, bandeja de camarera en mano. Ojo a los dobles sentidos de la letra: «De menú del día tenemos conejo a la francesa, pechuga a la española y almejas a la inglesa».
6. «Mediterráneo», Los Rebeldes (1988)
¿Quién dijo que la canción del verano no podía escribirse en clave de rock n'roll? Aunque el género no haya sido históricamente propio para ello, en 1988 Los Rebeldes lograron el milagro. Su oda guitarrera al Mediterráneo no solo se convirtió en el número uno, sino que se cantó y se volvió a cantar en todas artes. «La vida ya no es vida en la ciudad /Llegó la hora de cambiar asfalto por mar / Cansado de vivir en una jaula como un animal», cantaba Segarra mirando al paraíso.
7. «Aquí no hay playa», The Refrescos (1989)
Aquí tenemos la canción del verano en negativo. En lugar de ensalzar las olas del mar, las puestas de sol y las playas paradisíacas, The Refrescos pusieron el acento en lo que les faltaba a ritmo de ska-pop. Inspirados en esos agostos tórridos de la capital, se dedicaron a restregar por la cara a los madrileños que podían tener de todo (Copa de Europa, Cibeles, Torrespaña...) menos lo imprescindible en verano: la playa. Consiguieron la eternidad. Será siempre la canción por la que se les recordará.
8. «Macarena», Los del Río (1995)
La canción, que se convirtió en uno de los más estratosféricos éxitos de la historia del pop español, asomó su cabeza en el verano del 95. De manera instantánea mostró su contagiosa capacidad de embobar al público. Con su estribillo machacón, su baile para todos los públicos y esa letra sobre la ligereza que algunos corazones andan por el mundo. Después de ello, tendría nuevas vidas. En versión dance, llegando a conquistar al público americano tras irrumpir en la convención del Partido Demócrata. O como sintonía de dibujos animados en Hotel Transilvanya. Siempre está ahí.
9. «Mambo nº5», Lou Bega (1999)
Mambo N.º 5 es un tema de 1949 compuesto por Pérez Prado, uno de los maestros del género. Cincuenta años después, cuando el siglo XX ya se despedía, el cantante alemán Lou Bega la actualizó. Con sombrero Panamá, un traje blanco retro y un bigote fino fuera de época, trajo a su presente la canción. Y se lio. Nada se bailó más aquel verano, en el que la versión se volvió omnipresente. El tema lideró las listas en toda Europa. Solo le hizo sombra el Baby One More Time de Britney Spears.
10. «Bomba», King África (2000)
Este tema sigue el modelo de La yenca y Follow the Leader. Su letra es prácticamente un manual de instrucciones sobre cómo hay que bailar la pieza. Se trata de una versión de la banda boliviana de pop-rock Azul Azul, que en manos del argentino King África se convirtió en todo un himno de la fiesta y el despendole. Que si «una mano en la cabeza», que si el «movimiento sexi», que si «suavecito para arriba», que si «empiezo a menear». ¿El resultado? La pérdida de la vergüenza, la hilaridad y el jolgorio. Todavía sigue siendo hoy de las fijas en las bodas.
11. «Yo quiero bailar», Sonia y Selena (2001)
Fueron un one hit wonder en toda regla. La alegría de un verano. Y el olvido de la siguiente. Pero mientras duró la euforia, lograron que el pepinazo de «yo quiero bailar toda la noche» fuera un estallido pop que invadía con su alegría a la mayoría (mientras el resto las detestaba, eso sí). Que les quiten lo bailado a este dúo, nunca mejor dicho. Vendieron más de un millón y medio de copias en España y Latinoamérica en ese verano, consiguieron varios Discos de Oro y de Platino.
12. «Aserejé», Las Ketchup (2002)
Con la intención de parodiar el Rapper's Delight de The Sugarhill Gan nació esta canción omnipresente en el verano del 2022. Imitando la fonética de su letra («I said-a hip, hop, the hippie, the hippie»), el trío la transformó en ese desvergonzado «aserejé, ja deje tejebe tude jebere». A ello se le añadió un videoclip playero, con un sencillo, pero efectivo baile de brazos cruzados. Se logró así uno de los grandes hits del pop español. Tras él se encontraban las hermanas Lucía, Lola y Pilar Muñoz. Eran las hijas de El Tomate, guitarrista flamenco. De ahí, el Ketchup que les dio nombre.
13. «Despacito», Luis Fonsi (2017)
Aquel año estaba ocurriendo un fenómeno muy jugoso en la industria musical. Consistía en mirar al reguetón desde el pop, suavizando su pegada percutiva y eliminando excesos líricos de carácter sexual. Todo para hacerlo un producto para todos los públicos. Y ahí apareció Luis Fonsi y Daddy Yankee convirtiendo su Despacito en el himno que solidificó todo aquello. Canción perfecta para el ligoteo, con ondulaciones de reggae y percusión machacona-pero-no-tanto, arrasó. Y sí, tú también la bailaste.
14. «Despechá», Rosalía (2022)
El talento de Rosalía es tan grande que, se meta donde se meta, acaba por salir su genio y privilegiada visión de la jugada. Surgida en TikTok con vídeos captados en sus conciertos antes de publicarse, se viralizó enseguida. Mostró claramente cómo iban a ser los nuevos modos del pop en esta década e hizo diana con una suerte de mambo electrónico que mira de reojo al merengue. Se mostraba con toda su cromática alegría, su contagiosa cotidianeidad y su portentoso sentido de lo popular. El vídeo, lleno de tópicos playeros, puso la guinda al sabrosísimo pastel.
15. «Potra salvaje», Isabel Aaiún (2024)
El tema del momento. Las carambolas del destino hicieron que esta pieza, que originalmente se grabó hace tres años (con repercusión), reviviera como fenómeno viral (multiplicado por mil aquel éxito inicial). Todo porque los jugadores de la selección española de fútbol la ponían y cantaban en el vestuario. El triunfo de los deportistas supuso el triunfo también de Potra salvaje, que en su versión electrónica del Dj Fernando Moreno tocó techo. Mezclando pasodoble y tecno, se logró un tema que si no lo has escuchado este verano, es que has vivido en escondido en una cueva.