El grupo coruñés que sabe cosas que los nietos deberían saber

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La banda coruñesa Everet.
La banda coruñesa Everet. MARCOS MÍGUEZ

Tras el parón de la pandemia, Everet lanza el sencillo «Ficción o realidad». Su vocalista, Rubén Moinelo Iglesias, desmiga lo nuevo de la banda y avanza lo próximo

07 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Rubén Moinelo Iglesias (A Coruña, 1983) es una persona efervescente. Si habla de música, se enrolla en una conversación que va creciendo como burbujas que acaban desbordándose por el vaso. Se le seca la boca de tanto hablar y los vacía. No le importa, pide otra ronda y sigue hablando. Moinelo tiene gancho. Es pegadizo, profundo, delicado, humilde e inteligente, pero con un toque desaliñado. Es sincero y fiel a sí mismo hasta el punto de no tener miedo al ridículo, ni al cambio, ni al desastre, aunque hay en él un pedacito de irreverente y otro de inseguro que, por sorprendentes, hacen gracia. Su definición encaja con la de los temas de Extremoduro, precisamente uno de los grupos de su vida y también uno de los que más presencia tienen en su banda, la coruñesa Everet. Rubén escogió este nombre como resultado de un cúmulo de coincidencias entre las que está el libro Cosas que los nietos deberían saber, del cantante de los Eels, Mark Oliver Everett. El de los coruñeses es con una sola t. «Era más práctico y más propio», admite Rubén.

Son muchas las que lo confunden con Mikel Izal —por el físico, lo cierto es que son bastante cagados—, pero su voz suena más parecida a otras del indie pop español como la de Noni López, de los Lori Meyers. Dice Rubén que lo que siente por la música es pasión y quizá también guarde con ella una relación de compromiso, porque lo suyo comenzó hace quince años. Estando de Erasmus en Génova, se presentó a un concurso de talentos en la radio y quedar entre los finalistas le permitió realizar una gira por Italia. A su vuelta, lideró el grupo Proyecto Kournikova, con el que ganó el Premio Mans Futuro Pop & Rock en el 2010. Luego siguió en solitario hasta que en el 2015 creó Everet junto al batería Lalo Etcheverría, los guitarristas Adri Latorre y Javier Insua, y el bajista Emiliano Fernández. Esta es la banda que ha dado más sentido a su carrera artística. Con ella publicó el disco Miss Universo (2017) y, ahora, después de un obligado parón por la pandemia, acaba de presentar su nuevo single, Ficción o realidad.

¿Esta canción será la última?

En esta vuelta, la propuesta suena un poco más electrónica de lo habitual en Everet. «Esta canción es algo nuevo, diferente a lo anterior. Siempre habíamos hecho música indie rock. Ahora no. Llevo unos años tratando de zambullirme en la nueva cultura musical, escuchando rap, trap, todo lo que puedo y creo que esto se siente en Ficción o realidad. Mis canciones son siempre para gente que quiero. Esta es, sin duda, la más personal, la más importante de mi carrera», revela Rubén Moinelo, que detalla que el tema aborda enfermedades mentales severas, como la esquizofrenia o la bipolaridad, «problemas que trastocan el día a día de millones de personas, que tienen que luchar por seguir manteniéndose cuerdas quizá en un mundo de locos y egoístas». En esta canción, según el músico, tú puedes entender lo que quieras. «Pero yo estoy completamente implicado porque lo he vivido con alguien de mi entorno. Recuerdo que antes de lanzarlo solo pensaba: si esto es lo último que voy a sacar, quiero que sea este tema», confiesa.

No, no es su última canción. En eso confía él al menos. La intención del grupo es, «si todo va bien y el público sigue respondiendo», ir sacando los sencillos en forma de sesiones. «Queremos seguir saliéndonos del indie, dándole un toque más electrónico, con sintetizadores y con cosas extrañas», explica. La siguiente canción en salir será Interestelar y ya la están grabando, así que cuentan con que vea la luz antes de verano. «En este tema estamos haciendo una fórmula de sonido que creo que no existe en ningún género musical. Es una progresión de mismos acordes y misma letra que va hacia arriba, una sucesión de tonos que van subiendo según se repite la misma frase. Esto es una locura que nos ha encantado hacer», dice Moinelo.

Graban en su casa y todo a su manera. Con Lalo Etcheverría a la batería y Manuel Mata como técnico de sonido. Del resto se encarga el propio Rubén: «Por eso tenemos una libertad de creación absoluta. Ahora lo que realmente nos importa es divertirnos y dejarnos la piel para que el resultado sea exactamente lo que a nosotros nos gusta».

De día, director comercial en una empresa de telecomunicaciones. De noche, compositor sin remedio. ¿Con qué sueña musicalmente el vocalista del grupo coruñés que sabe cosas que los nietos deberían saber? «Es un poco raro, pero yo nunca me he considerado artista, aunque la música sea lo que más adoro en el mundo [junto con el fútbol]. Si sueño fuerte, querría que mis canciones las escuchasen en muchísimos sitios, pero no sé si es para mí eso de llenar estadios y dejarlo todo», responde Rubén Moinelo, que concluye que entre sus grandes influencias están Extremoduro, Nirvana, Los Rodríguez y Andrés Calamaro, Justin Bieber, Taylor Swift, Aitana «y hasta Bizarrap. Ese sería el resumen, de más a menos».