Dani: «Mis canciones son cartas no enviadas»

FUGAS

Silvia Coca

Desde Vigo emergió como una revelación pop en el turbulento año 2020. Ahora
retorna con un disco un poco más experimental, pero con la misma caricia melódica

12 feb 2023 . Actualizado a las 20:09 h.

Hay una diferencia muy grande entre Veinte (2020), el debut discográfico de Dani, y el recién editado Posdata. «Estas canciones ya fueron escritas pensando en formar parte de un disco, independizada en Madrid y con experiencias supernuevas, mientras que el otro salieron sin más», explica la cantante de Vigo. En esas intenciones se encuentra la de marcar un claro punto y aparte vital. «Sí, No te voy a mentir, el primer tema, es un poco un desahogo, pero también la introducción a lo que viene luego», dice.

­—¿Son las posdatas quizá lo más interesante de las cartas?

—Para mí, la posdata es lo que no nos atrevemos a decir en el cuerpo de la carta, pero sí que lo queremos dejar reflejado de alguna forma. Las canciones son mensajes que escribí en determinados momentos, algunos de ellos para mí misma. Otros a personas, en este caso chicos, a los que en su momento no les dije cosas que quería decir, pero lo fui reflejando en mis canciones. Al final, cada canción marca un momento y una historia diferente.

­—¿Aún escriben cartas los veinteañeros?

—[Risas] Bueno, yo alguna aún mando, pero no es lo habitual. Para mí, mis canciones son cartas sin remitente y no envidadas.

­—Menciona lo de irse a Madrid. La historia se repite: artista gallego al que le van bien las cosas se marcha a la capital a consolidarse. ¿Es necesario?

—No, en absoluto. En mi caso es por comodidad. Mi banda vive en Madrid, el productor con el que más trabajo, también. Lo mismo ocurre con el sello y, al final, para viajar estar allí siempre es mejor. Ese fue el principal motivo. Pero hoy cualquiera puede desarrollar su carrera desde donde quiera.

­—Su música tiene un toque nostálgico y naíf. ¿Es usted así emocionalmente o solo es un tema estético?

—No, soy bastante nostálgica. Supongo que, al final, las canciones tienen ese componente porque es parte de mi personalidad. El tema naíf, ya no lo sé. No me identifico, pero me lo dicen mucho. Será por algo.

­—¿Qué buscaban a nivel sonoro ahora?

—Mucha libertad. En el primero encontramos una línea sonora y nos ceñimos a ella. Ahora no. Queríamos probar y probar. De hecho, de ahí salen mezclas como Drum & Bossa, en la que fusionamos bossanova y drum n' bass que, en principio, parece que no tienen nada que ver. Esto ocurre mucho. Aun habiendo un sonido común, las canciones son bastante diferentes.

­—¿Hay una intención discotequera?

—Hay de todo, pero sí que es cierto que es más uptempo que el anterior.

—Al menos ahora la gente las podrá bailar en clubes y no como la otra vez. Recuerdo que decía que le había chafado todo.

—Es verdad, esta vez se podrá presentar el disco con total normalidad. ¡Eso está bien!

­—También pincha. Dígame un artista parta pinchar antes de Dani en una sesión y otro para hacerlo después.

—Siempre puedo ir después de una canción de La Casa Azul, que son grandísimos referentes. Y creo que después combinaría muy bien cualquier canción de Grande Amore, por ejemplo.

—Esa faceta suya de DJ la explota con el colectivo Cool Nenas. Toda una fiesta.

—Nos lo pasamos superbien, la verdad. Al final, somos tres grandes amigas que, gracias a ese proyecto, estamos viajando, bailando y conociendo a un montón de gente. Lo pasamos fenomenal.

­—Su disco nace de una ruptura en un momento donde hay temas muy potentes que salen de ahí. ¿Se ve más templada?

—Bueno, hay canciones en el disco en el que abordo eso de una forma más nostálgica o más suave. Pero hay otras, como Una vez y nunca más o Nubes, en las que le hablo al desamor de una forma más empoderada y con más despecho.

—Pero no llega a «las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan».

—Mmm... no, a ese punto justo no.

­—Suena a que estuvo cerca.

—Es una canción, el mensaje está bastante camuflado y la gente no lo ha percibido. Pero en Nubes durante todo el coro final digo: «¡Que te jodan!». Es bastante claro, si llegas a él [risas].