Biografía de una «rock and roll star» llamada Loquillo

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Felipe Cabrerizo huye de la tentación de idealizar al protagonista y se centra en los sucesivos fracasos que van sucediendo a los éxitos del artista

23 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Es, sin duda, uno de los personajes más suculentos y jugosos de la historia del rock español. Loquillo se ha convertido desde hace ya tiempo, y por derecho propio, en un clásico, y merecía una biografía a la altura del personaje. Un cometido que pudiera considerarse innecesario, toda vez que el propio cantante ha desgranado sus vivencias en diferentes libros firmados por él. Pero el personaje necesita de cierta perspectiva, debe ser examinado dando un paso atrás. Y eso es lo que hace Felipe Cabrerizo en este relato. Huye de la tentación de idealizar al protagonista. Incluso resulta llamativo el punto cíclico que tiene la carrera de Loquillo, en la que los fracasos van sucediendo a los éxitos de un modo natural, casi rutinario. Algo a lo que el protagonista responde siempre con cambios de rumbo, con rupturas estilísticas, con arriesgadas propuestas que no siempre tienen la respuesta esperada.

El libro, de título simplemente Loquillo (Penguin Random House) y presentado como «La biografía oficial», nos cuenta la historia de un tipo que hizo realidad su sueño juvenil de ser una estrella del rock and roll y que no va a permitir que nada ni nadie le chafe lo conseguido. Así que si hay que trabajar el doble para mantenerse, se saca el látigo y el que no esté de acuerdo que se baje del barco. Y si hay que deshacerse de alguien que se haya convertido en un lastre, si hay que limpiar el batallón para que este vaya más ligero, se limpia y punto. De hecho, en el libro se van acumulando bajas por diversos motivos, unas merecidas, otras más discutibles —al menos desde fuera—, y muchas previsibles. Pero también hay que reconocer que estas bajas se producen en su mayoría sin rencores pendientes. Vale que Loquillo y Sabino estuvieron años mirando en direcciones opuestas y lanzándose algún que otro dardo. Pero el reencuentro fue el de dos caballeros que entienden por fin que funcionan demasiado bien juntos como para permitirse el lujo de estar separados. Es más, si hay que reconocerle una habilidad especial a Loquillo es la de detectar el talento a su alrededor y saber rodearse de lo mejor de cada casa.

Más que de una biografía al uso, podríamos decir que estamos ante un retrato de cuarenta años de historia del rock en España a través de la figura que probablemente mejor la representa.