Bad Religion, más de 40 años de coherencia punk

FUGAS

Bad Religion celebran su 40.º aniversario.
Bad Religion celebran su 40.º aniversario. LUIS TEJIDO

La banda celebra sus cuatro décadas sobre los escenarios con un concierto en Santiago, y hablamos con su guitarrista Brian Baker

22 may 2022 . Actualizado a las 11:31 h.

En las carreras musicales largas y en los casos de artistas especialmente longevos, llega un momento en el que la autocomplacencia se impone al impulso creativo. Una vez se ha demostrado todo lo que un músico tiene que demostrar, parece que llega la hora de dejarse llevar, poner el piloto automático y llenar el año con giras mastodónticas y discos de versiones con colaboraciones varias. Pero de todo hay excepción. Nadie puede acusar a Bad Religion de haberse acomodado, de haberse instalado en aburguesamiento —por otro lado, merecido— derivado de más de cuatro décadas lanzando consignas contra el establishment. No han domesticado su furioso discurso ni han dejado de estar presentes en el catálogo de novedades discográficas con más acierto que error.

Que suenan a lo mismo, sí. Afortunadamente. De eso se trata. Cuando uno vuelve a los brazos de bandas como Bad Religion lo que busca es eso, saber que hay gente que no falla, que puede llevarte de vuelta a tus años más contestatarios sin que sientas pudor por ello. Porque si hay algo que han demostrado Bad Religion a lo largo de estas décadas es fidelidad absoluta al canon punk y hard core, tanto en su sonido como en el contenido de sus letras, sin renunciar a nada. Podían haberse quedado llenando la caja fuerte a base de reproducir el Stranger than fiction y el Recipe for hate hasta la muerte, pero han preferido ser consecuentes con lo que siempre han predicado. Y la coherencia es siempre algo a celebrar.

Bad Religion vienen este domingo al Multiusos do Sar de Santiago (entradas a 44 euros) a celebrar su 40.º aniversario, aunque lo hagan dos años tarde, ya que el covid truncó su primera intentona. «Estamos en plena forma. Nos cogió a todos en uno u otro momento, pero los casos de covid que tuvimos en el grupo fueron muy suaves, la verdad. Así que estamos al cien por cien y deseosos de cruzar el mundo para irnos hasta España, porque llevamos años intentando ir y teniendo que cancelar una y otra vez. Así que tenemos muchas ganas», asegura el guitarrista Brian Baker.

Más que un concierto, lo que Bad Religion tienen preparado es un festival que arrancará a las 17.30 horas y en el contarán con invitados ilustres como Suicidal Tendencies, Millencolin, Desakato, Blowfuse y Bastards on Parade. La ocasión lo merece, no todas las bandas pueden celebrar 40 años de carrera en activo (casi) ininterrumpidamente. Y mucho menos las bandas de punk rock, a las que les ha pesado demasiado aquello del no future. «No tiene nada que ver con la edad, es una actitud. Cuando Pete Townsend escribió aquello de 'Hope I die before I get old' ('Espero morir antes de hacerme viejo', de la canción My generation, de The Who), desde luego no acertó ni lo más mínimo. ¡Ellos mismos son una prueba viviente de que la creatividad no tiene edad!», razona Baker, con el que hablamos de compañeros de generación y de los que vinieron después, aprovechando el terreno fértil que Bad Religion fue sembrando para disfrutar de las mieles del éxito casi recién llegados. Pero el hecho de que otros más jóvenes se llevasen los frutos de su trabajo nunca inquietó al grupo ni les hizo sentir que había llegado la hora de dejar paso a nuevas generaciones: «La música es para todas las edades, tanto el hecho de disfrutarla como el de interpretarla. En terrenos como el punk y el metal hay algo parecido a lo de los Rolling Stones. Lo llamamos el ejemplo Judas Priest: mientras Rob Halford esté encima de un escenario, todo va bien, el resto podemos seguir con lo nuestro», asegura Brian Baker, que se unió a la banda a mediados de los noventa pensando que sería una buena manera de ganarse la vida durante una temporada que se ha hecho un poco más larga de lo previsto: «¡Jamás, ni de broma soñé que esto iba a ser para toda la vida! De haber sabido que iba a durar tanto seguramente no me habría unido a la banda. En aquel entonces yo me daba unos tres años como máximo. Después ya me preparaba para nuevas aventuras. Pero ya ves, aquí sigo, señal de que la cosa no debe de ir mal».

Cuarenta años en la lucha y parece que el mensaje primigenio dela banda sigue igual de vigente que el primer día. ¿Acaso no hemos sabido evolucionar? ¿No hemos entendido nada de lo que denunciaba Greg Graffin en el micro? «Bueno, ha habido años mejores y años peores, claramente. Pero es que siempre hay algo sobre lo que llamar la atención y ese es nuestro papel. La música es el vehículo para que el mensaje de las letras llegue a su destino, a la gente. No puedo hablar de otras bandas, pero en nuestro caso no podemos separar uno de otro. Es imposible imaginarse a Bad Religion cantando letras que no sean socialmente relevantes o que tengan un significado político», asegura Baker. Larga vida a esta fórmula perfecta de rock y coherencia.