Titania McGrath, golpe mortal al feminismo «mainstream»

FUGAS

08 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Vaya por delante que estamos hablando de un personaje ficticio basado en el humor. Con trasfondo de crítica social, sin duda, pero humor al fin y al cabo. Adelanto la excusatio por si se pide luego, algo que empieza a ser demasiado habitual. Y eso es, precisamente, lo que vienen a denunciar, entre risas, los libros de Titania McGrath, en los que ya anuncia que «los críticos que sean hombres blancos no tienen mi consentimiento para escribir sobre este libro». Esta «poetisa interseccional radical, ecosexual, comprometida con el feminismo, la justicia social y la protesta pacífica armada», según se define a sí misma, comenzó su meteórica carrera, por supuesto, en Twitter. Allí se hizo con una cantidad ingente de seguidores entre los que estaban los que entendían la parodia de una figura que representaba la corrección política hasta límites absurdos, y aquellos que veían en este perfil a una lideresa de la conciencia woke a quien seguir, aunque a veces se le fuese un poco la pinza.

Titania McGrath es, en realidad, Andrew Doyle, periodista y humorista británico que se ha erigido en uno de los más furibundos defensores de la libertad de expresión —«esa herramienta fascista para diseminar odio», según Titania— y más activos críticos contra la cultura de la cancelación, que cuenta con un sinfín de detractores y algún admirador como el también incómodo Ricky Gervais.

No tardó el personaje en trascender el ámbito de las redes sociales hacia el editorial. Dos libros cuenta ya en su haber Titania McGrath, ambos editados en España por Alianza. El primero se titula Woke, y es una guía introductoria a esta corriente que en un principio hacía referencia a aquellos que habían despertado su conciencia contra el racismo en los Estados Unidos de los sesenta, pero que con el tiempo corre el riesgo de reducirse a la férrea doctrina del pensamiento único socialmente aceptado. En este libro de instrucciones se abordan temas como el androcausto, el islamofeminismo o el brexit desde una perspectiva tan unidireccional como tronchante. El segundo libro de Titania, editado recientemente, se titula Mi pequeño libro de activismo interseccional, y en él reúne unas delirantes biografías, dirigidas supuestamente a un público infantil, de los personajes más o menos históricos que considera ejemplos del activismo. Greta Thunberg, Brie Larson, Hillary Clinton o Nelson Mandela se juntan con Stalin o Torquemada, al que califica de un incomprendido y un adelantado a su tiempo por su oposición a la libertad de expresión. Y todo narrado desde la perspectiva de este personaje que, para luchar contra el cambio climático, ordena al servicio plantar un par de begonias en el jardín cada vez que utiliza el jet privado de papá.

Lo inquietante de toda esta carnavalada llega cuando Titania cita a otras activistas, muchas de ellas auténticas celebridades. El lector corre a comprobar si se trata de otra exageración humorística y descubre que no, que no son chascarrillos, sino sentencias reales publicadas en diversos medios y redes sociales. Glups. La risa se torna en escalofrío cuando lo esperpéntico ha calado tan profundamente en nuestra sociedad que ya cuesta discernir entre reivindicación y astracanada.