«Fortu, líder de Obús: «Voy a estrenar en breve una obra de teatro con mi madre, que tiene 87 años»

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Estandartes del «heavy-rock» patrio de los ochenta, Obús llegan este fin de semana al Festival de la Luz como una pieza más del ecléctico puzle que caracteriza el evento de Boimorto

14 sep 2021 . Actualizado a las 20:12 h.

Dice Fortu que está encantado de debutar en el Festival de la Luz. «Nunca estuvimos y tenemos muchas ganas de ver y estar allí con nuestra amiga Luz Casal que hace tiempo que no sabemos de ella. Quiero darle un gran abrazo, tanto a ella como a su marido, Paco Pérez Bryan», dice el líder de Obús. La banda es uno de los platos fuertes del evento de Boimorto que arranca hoy y dura hasta el domingo. Entre otros actuarán Coque Malla, Rodrigo Cuevas, Sabela, Soleá Morente, Verto, Superglú, Kings Of The Beach, Alice Wonder, Jordana B, Moura y Los Estanques.

­-Luz Casal concibe el Festival de la Luz como una gran romería de aire festivo y familiar. ¿Encaja el «heavy» de Obús ahí?

-Bueno, nosotros somos más hard-rock que otra cosa, aunque nos sentimos identificados con el heavy. Si nos dicen que somos heavys, pues somos heavys [risas]. Nuestra música vale para generaciones de ahora y de antes. En los conciertos nos encontramos a padres, hijos y abuelos. Lo nuestro no es minoritario. Nos identificamos mucho con este tipo de festival. Ese público es perfecto para nosotros.

­-Se lo van a pasar genial. El eventos es muy especial y lo tiene todo para ello.

-Con ese ánimo voy. Después de la pandemia, necesitamos divertirnos. Necesitamos encontrarnos con la gente. Nuestro sector ha sido el más atacado y, al tiempo, es el más disciplinado. El que demuestra que la gente que va a los conciertos se comporta mejor que en cualquier otro sector. No como la hostelería, que vas a cualquier chiringuito y está hasta arriba. O el fútbol o los toros. Todo.

­-Muchos promotores comentan en privado que los de la música parecen los pringados de esta película. Los agravios comparativos son escandalosos.

-Tú lo has dicho. Estamos quedando como pringados. Todo el mundo hace lo que le da la gana y creo que se están riendo de nosotros que cumplimos la ley y las normativas a rajatabla. Viendo lo que se ve por ahí, parece que somos los más tontos.

­-Le hice una entrevista en el 2018 y el titular fue: «El reguetón no es música». ¿Ya lo ha asimilado tres años después?

-No, yo no voy a cambiar en eso. Lo respeto por la gente joven. Pero para mí, no. Donde estén los años sesenta, setenta y ochenta, donde había bandas haciendo de todo, me quedo con eso. De ahí salían buenas armonías y buenas canciones. Ahora es todo lo mismo. Luego las letras son siempre cosas de «mueve el culito, que te voy a dar». ¡Ag! No es lo mío. Yo no lo veo. Para mí no es música. Claro que no. Pero no me preocupa mucho. Esto es una moda como tantas otras. Pasará.

­-Bueno, es «una moda» que ya tiene más de 20 años de vida. Y sigue.

-Sí, está durando bastante. Pero es pasajero. Con el tiempo cambiará. Porque tiene que cambiar. La armonía en las canciones siempre ha existido, desde Beethoven a los esclavos cuando cantaban blues. Hay diferentes estilos, pero todos ricos. En el reguetón, no. No hay nada. Y luego, con el autotune cada uno canta como quiere. Ellos venden una imagen, la televisión los apoya y a tirar adelante, macho.

-¿Qué ha hecho durante la pandemia?

-Buff, de todo. No he parado. Me he grabado vídeos con mi madre en TikTok, que tuvimos millones de visitas. Acabo de sacar el disco Romper mi corazón y ahora estoy terminando una novela. También he hecho una obra de teatro que estrenaré en breve, a principios de octubre, en Almería.

-¿Ha dicho teatro? ¿Como actor?

-Sí, es una obra que hacemos mi madre, Yoli y yo que se va a titular Cojones, cómo te pones. Es para que la gente se ría. Estamos abiertos a llevarla a otros sitios, pero siempre mirando bien las fechas por mi madre. Tiene 87 años y tampoco la quiero castigar con mucha carretera. Está de puta madre, pero la furgoneta es muy dura para esa edad y hay que medir los pasos.

-Recientemente se han juntado Ana Torroja y Alaska en una canción poniendo fin a la vieja rivalidad entre Mecano y Dinarama. ¿Qué le parece hacer algo similar con Barón Rojo, sus enemigos íntimos de los ochenta?

-Pues, oye, no es mala idea. Lo tendrían que mover nuestras oficinas. Me parece genial.

-¿Se marcaría un tema conjunto con Sherpa o los hermanos de Castro?

-Sí, ¿por qué no? Yo soy una persona superinquieta. Todo lo que sea trabajar, reinventarme y producir me parece estupendo. Habría que estudiar esa idea y que los managers lo negocien.