Marisol, deja venir a Pepa Flores a los Goya

FUGAS

Europa Press

23 ene 2020 . Actualizado a las 17:01 h.

Un rayo de luz puede alumbrar el escenario en la ceremonia de los Premios Goya de mañana. O quizás no. Porque si Pepa Flores sigue fiel a su palabra no acudirá a recibir un más que merecido premio a su trayectoria profesional. Son contadas las ocasiones en las que la malagueña ha roto su retiro. Y siempre por causas justificadísimas. Como en noviembre del 2016, cuando su hija Celia presentó el disco 20 Años de Marisol a Pepa Flores, dedicado a su madre. El teatro se vino abajo cuando apareció Pepa Flores en el escenario para interpretar Tómbola. ¿Será mañana una buena ocasión para aparecer de nuevo? La respuesta solo la conoce ella y su círculo más cercano, pero quizás ha llegado el momento de que se reencuentre con su público. Un público que todavía hoy, 35 años después de que dijera adiós al cine, la sigue echando de menos. Esa es la realidad.

No es necesario que se reconcilie con la industria, ni siquiera hay por qué entrar en los motivos por los que dijo adiós al cine de forma definitiva. No hace falta ser muy listo para saber que Marisol se cansó de recomponer los pedazos del juguete roto que se empeñaron en destrozar. Su silencio ha contado mucho más de lo que ella pudiera haber dicho con palabras. Y los la que admiramos, solo podemos decir que nos gustaría volver a verla. Que se merece los aplausos y una gran ovación. Por todo lo que ha sido para el cine español y por todo lo que sigue siendo. Una mujer íntegra, fiel a sí misma y a sus convicciones.

Aquella niña de ojos azules y vivos le ha robado el corazón a muchas generaciones. Y su estrella todavía brilla con fuerza. Por mucho que hayan intentando apagarla. Fue capaz de deslumbrar al público delante de la cámara, pero también detrás, llevando una vida anónima y absolutamente normal. Ella es una leyenda viva. Marisol, deja venir a Pepa Flores a los Goya.