Charlotte Salomon: el hallazgo luminoso de Foenkinos

FUGAS

Eduardo Parra / Europa Press

La pintora judía que transformó al escritor vuelve a ser actualidad por una exposición en Ámsterdam

24 ene 2020 . Actualizado a las 13:18 h.

«Cuando descubrí la obra de Charlotte Salomon, cambió mi vida». Esto contó David Foenkinos (París, 1974) durante la presentación de Charlotte (Alfaguara) en el 2015. Cinco años después, la huella de aquella revelación sigue patente en el escritor francés que vuelve al arte en su última novela, Hacia la belleza, también con Alfaguara. Sin embargo, en esta reseña no nos vamos a centrar en la novedad editorial, sino que volvemos a aquella joya que fue Charlotte.

La vida de la pintora alemana, y judía, que el autor de La delicadeza rescató con su libro vuelve a ser actualidad gracias a la exposición que se inaugura en el Jewish Historical Museum de Ámsterdam de la artista. Una secuencia de 784 pinturas que la joven pintó durante su cautividad en el sur de Francia entre los años 1940 y 1942, donde se refugió con sus abuelos antes de ser descubierta por los nazis. Una muestra que coincide, además, con la conmemoración de la liberación de Auschwitz, de la que se cumplen el 27 de enero 75 años.

TE DOY MI VIDA ENTERA

Los dos años en los que la joven (que llegó a ganar el primer premio de Bellas Artes en Berlín en 1938) compuso su obra multimedia que se exhibirá en marzo, ¿Vida? ¿O teatro?, donde mezcla pinturas aguadas con pequeños textos autobiográficos y referencias musicales, son también los que centran la historia de Foenkinos. Un viaje luminoso a la mente de Charlotte Salomon (1917-1943), una refugiada atormentada por el fantasma de la locura en su familia tras un terrible hallazgo: el suicidio de su madre, su tía y una prima.

Como los dibujos de Charlotte, las frases del libro son breves, impresiones, y viajan por el tiempo y los sentimientos como versos. Una exploración en la que el escritor también aparece en primera persona de forma intermitente contando su proceso de fascinación por la artista injustamente olvidada y a la que muchos comparan hoy con Ana Frank.

En estos días de homenajes a las víctimas del Holocausto, conocer a Charlotte a través de la escritura brillante del premio Goncourt des Lycéens es un regalo. «Te doy mi vida entera», fue lo que le dijo la pintora al médico al que le confió su obra antes de ser capturada en la Costa Azul. En 1943, con 26 años y embarazada, fue exterminada en una cámara de gas de Auschwitz.

«Charlotte»

David Foenkinos

EDITORIAL Alfaguara PÁGINAS 216 PRECIO 17,00