«Sé que seguiré siendo 'el de Los Piratas' y lo llevo con orgullo»

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Tras ocho años de silencio, el músico vigués Fon Román publica hoy un disco complejo y honesto, escrito «a corazón abierto», concebido y grabado en México

29 sep 2019 . Actualizado a las 22:47 h.

Reinventarse exige a veces huir de uno mismo. Y no hay huida más temeraria. Fon Román la afrontó desde México, donde ha vivido los últimos ocho años. Allí, tras un proceso de catártica depuración concibió La chispa, la llama y el humo, el disco con el que ahora, a este lado del charco, retoma su carrera musical. Y lo hace con rotundas credenciales. No es ni mucho menos un disco cualquiera. Emociones a flor de piel tensan este trabajo musicalmente presentado con exquisita pulcritud. Pura orfebrería pop tallada mano a mano con Gustavo Guerrero, el productor de Natalia Lafourcade. Con influencias de aquí y de allá, de Wilco y de Serge Gainsbourg. Guiños al pasado y ecos del futuro resuenan en estas canciones. Algunas de las cuales están siendo presentadas en acústico en selecta compañía: Izal, Coque Malla, Zahara y, cómo no, su excompañero de grupo y siempre amigo Iván Ferreiro.

-Con Iván ha grabado «El equilibrio es posible». Tremendo guiño.

-Cuando me planteé grabar en dúo acústico esa canción no tuve ninguna duda, Iván fue la primera persona que se me vino a la cabeza. Sí, seguimos teniendo muy buena relación.

-¿Tiene asumido que durante una larga temporada va a seguir siendo «el de Los Piratas»?

-Sí, claro. También Morrisey es el de los Smiths. Tu primer grupo de éxito siempre queda ahí. Yo lo llevo con orgullo.

-¿Siente nostalgia de aquellos años?

-Algo de nostalgia siempre aparece. Lo que vivimos en aquel momento fue muy fuerte y muy intenso. Pero no anhelo revivirlo.

-«Fantasmas, os liquido», dice en esa canción. ¿Lo ha conseguido?

-He conseguido aceptarlos. Cuando uno tiene una buena relación consigo mismo esos fantasmas se alejan sin que tengas que luchar contra ellos.

-De las letras de «La chispa, la llama y el humo» dice que están escritas «a corazón abierto».

-Sí, sí, totalmente. Yo era de los que creía que al abrirme me mostraba frágil. Y es justamente a la inversa. Cuando te abres así, lo que demuestras es que eres mucho más fuerte.

-¿Cómo definiría musicalmente este disco?

-Influencias conscientes no había muchas, pero sí que había una serie de discos que estuvieron encima de la mesa.

-¿Cuáles eran?

-Pues eran sobre todo clásicos. Creo que este disco suena a clásico. Estaba muy presente el disco blanco de The Beatles, en el sentido de que cada canción tiene su propio ecosistema, ninguna se parece a otra. También los discos de Serge Gainsbourg, con esa voz tan cruda y tan presente, el Sky blue sky de Wilco y esas atmósferas creadas con lo mínimo o algunos trabajos de Phil Spector con The Crystals y The Ronettes.

-En estos últimos años la industria musical ha dado un vuelco importante. ¿A qué aspira Fon Román en el actual contexto?

-A seguir dando pasos. Pero el tamaño de esos pasos no depende solo de mí. Tal y como yo los concibo, los discos son una parte, un tiempo de mi vida esculpido en canciones. Ahora, a lo que aspiro es a trasladar al directo lo que hay en este disco, a tener una gira digna que me permita involucrar a más músicos y a poder seguir creando.