Ismael Serrano: «Más que 'papá, cántame otra vez', mi hija me dice: 'Ven a jugar conmigo'»

FUGAS

Rodrigo Alonso

Ismael Serrano publica «El viento me lleva», un conjunto de relatos, a medio camino entre la realidad y la ficción, que nos descubren un poquito más al cantautor

04 may 2019 . Actualizado a las 14:10 h.

Se deja llevar, pero Ismael Serrano (Madrid, 1974) no renuncia a decidir su propio camino, que en la actualidad transcurre de «aldea en aldea» presentando sus canciones, publicando historias pendientes y tramando algo para el teatro.

-No es tu primera vez en el papel, ¿le has cogido gusto?

-Tenía pendiente escribir estos relatos, porque de alguna manera cuando me subo al escenario también me gusta contar historias, más allá de interpretar mis canciones. Quería desarrollar estas historias en el papel, porque te permite poner más capas a los personajes, crear el universo en el que transcurren... La verdad es que ha sido divertido.

­-Dices que hay más de ti en las letras de las canciones que en los relatos, pero aquí también te desnudas bastante.

-Sí, también hay mucho de mí en estos relatos, yo creo que uno cuando escribe canciones proyecta sus miedos, sus dudas, y cuando escribe relatos, también. Proyectas en los personajes parte de lo que eres, de tus preocupaciones, de tus anhelos... Hay mucho de mí, yo creo que el universo de mis canciones y de mis relatos están conectados claramente.

­-El libro se titula «El viento me lleva», ¿adónde te lleva ahora mismo?

-Como la canción de Serrat, El titiritero, «de aldea en aldea/el viento lo lleva siguiendo el sendero», pues en esas estoy, de aldea en aldea con la guitarra al hombro presentando mis canciones, realizando una larga gira que me va a tener todo el año de un lado para el otro.

­-¿Eres de los que se dejan llevar?

-Sí, cuando te dedicas a esto hay que hacerlo. Cuando uno busca inspiración, se deja llevar, pero es verdad, que por otro lado, a mí me gusta decidir mi camino.

­-Como cantautor, y como alguien que tiene mucho que contar, ¿no te dan ganas de escribir de lo que está pasando?

-Por un lado tienes la necesidad de escribir sobre la realidad urgente, que te interpela y que te llama a movilizarte, pero por otro, está todo tan contaminado, que te dan ganas de hablar de otras cosas. Se dan ambos impulsos.

­-Hacéis verdaderas crónicas sociales.

-Así entiendo yo la tradición; el cantautor, en términos generales, es permeable a la realidad social, porque le canta al nosotros, no solo a las vivencias y experiencias individuales, sino que también canta al relato colectivo, a las frustraciones y aspiraciones compartidas en sociedad.

­-¿Qué es lo que más te indigna?

-Me preocupa, sobre todo, el retroceso en libertades y derechos, que de alguna manera estamos viviendo. Y cómo desde ciertas instancias políticas se normalizan discursos xenófobos, de odio, fascistas... que uno creía ya desterrados.

­-Dijiste que ser cantautor es complicado, sin embargo, cada vez hay más.

-Por un lado sí, cada vez hay más, y hay gente maravillosa, pero, por otro lado, yo echo de menos que se cante al nosotros, que se recupere esa parte de la tradición que tiene que ver con lo social, con lo colectivo, porque a veces se apela más a lo sentimental y menos a lo que tiene que ver con la realidad colectiva.

­-Has contado que tu himno «Papá cuéntame otra vez» es un reproche a tu padre por ese relato edulcorado que os contaban. ¿Qué te pueden reprochar a ti en el futuro?

-Que no fuimos capaces de construir un relato propio. A día de hoy, o cambiamos las cosas, o la realidad a la que se van a enfrentar nuestros hijos no es la mejor. Por primera vez, la realidad a la que se van a enfrentar es peor que la de los padres: peores salarios, pensiones en el aire, la educación y la sanidad pueden ir a peor, los trabajos van a ser más precarios... Eso de que la gente mejore sus condiciones de vida no solo se ha detenido, sino que está retrocediendo. Ojalá que el reproche no sea: «¡Cómo permitisteis que esto ocurriera!».

­-¿Tienes planes para el teatro?

-Sí, tengo escrita alguna obra y me encantaría llevarla al escenario. El teatro me encanta como espectador, hace tiempo que no voy, pero esto de la paternidad como que te cambia muchas cosas.

­-¿Cuántas veces te ha dicho tu hija: «Papá, cántame otra vez»?

-No tantas, más bien me dice que vaya a jugar con ella.