La grandeza del pop gallego nace a orillas del Atlántico

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN

FUGAS

Xoel López fotografiado en A Coruña con el Atlántico de fondo
Xoel López fotografiado en A Coruña con el Atlántico de fondo GUSTAVO RIVAS

Iván Ferreiro, Xoel López y Vega modelaron «Turnedo», «Tierra» y «Santa Cristina» con los ojos puestos en ese océano. Dejaron un triángulo genial de canciones que se entrelazan entre sí como hitos de la música de aquí. Y de allí.

15 mar 2019 . Actualizado a las 10:40 h.

Hay canciones y, luego, hay hitos que abanderan para siempre la carrera de un artista. Para el vigués Iván Ferreiro, ese tema es Turnedo, la pieza maravillosa que exorciza una ruptura imposible y enciende sus conciertos. En la trayectoria del coruñés Xoel López, el pico se encuentra en Tierra, diamantina composición que simboliza su llegada a Galicia tras el periplo sudamericano del que nació Atlántico (2012). Por último, en el caso de Vega (cordobesa, pero galleguizada por residencia y vida) apareció el año pasado por su repertorio Santa Cristina, una emocionante canción sobre encogerse de amor y miedo con la belleza deshaciéndose en las manos. Las tres son maravillas. Las tres resultan incontestables. Las tres se bañan en el Atlántico.

Cronológicamente, la primera de todas ellas es Turnedo. Incluida en Canciones para el tiempo y la distancia (2005), el primer disco en solitario de Iván Ferreiro, en realidad se trata de una composición de su hermano Amaro. Nació contemplando playa América, en Nigrán («Desde aquí, desde mi casa, veo la playa vacía»), y se resolvió de un modo casi instantáneo. «Tardé en escribirla casi lo que dura la canción», aseguraba el guitarrista en el libreto de ese disco incluido en la colección Pop-rock en Galicia de La Voz. En ella capturaba el cruce de sensaciones que genera una pareja abocada al final pero que no termina de acabarse del todo.

La composición pasó a la voz de Iván Ferreiro. La cambió de tono y le dio una nueva dimensión sonora. También sentimental. Volcó la ruptura de Piratas y llevó el corazón a la garganta para cantar líneas como «¿Quién no tiene el valor para marcharse?». Se grabó con la austeridad que presidió todo aquel debut y, pasando de boca a boca y de corazón derretido en corazón derretido, se convirtió en un himno. En la actualidad suele cerrar los conciertos de Ferreiro y revelarse como ese momento que todo el mundo se lleva a casa e instala en lugar especial.

Siete años después de la publicación de Turnedo, llegaría Tierra de Xoel López. Muchos la ven como una continuación de aquella. Hasta el propio artista explica en el libro 30 canciones para el tiempo y la distancia que, pese a no estar inspirada directamente en ella, no existiría de no haber escuchado antes la canción de Iván Ferreiro. Con una delicadeza exquisita y mimando cada una de sus sílabas, se crea ahí algo sencillamente perfecto. Funde a Simon & Garfunkel con Caetano Veloso, influencias que se ponen al servicio de un artista en estado de gracia.

Compuesta en Buenos Aires, mira hacia el otro lado del océano, a la bahía coruñesa de Riazor y el Orzán («Yo soñaba cada día poder alcanzar la playa / Y ahora está tan cerca, casi ya la puedo oler») y musica el final de uno de los periplos más audaces del pop en castellano de esta década: el de la aventura americana de Xoel. Si Ferreiro hablaba de quién tenía el valor de marcharse, aquí se canta la vuelta de quien sí lo tuvo.

La fan de los dos toca el cielo

Cuando a Vega se le dice que Santa Cristina supone su particular Turnedo o Tierra, no puede evitar la sonrisa: «Soy fan de los dos, de tener los discos firmados y todo. Para mí eso es un tremendo piropo», comenta. Pues como en aquellas, su tema que figura en La Reina Pez (2018) posee ese algo de grandeza que lo hará inmortal. Con la gaita de Budiño de fondo y compuesto en la arena de la playa de Santa Cristina en Oleiros, mezcla ternura, congoja y visos de eternidad.

La artista explica que la hizo viendo a su marido meterse en el mar en invierno e, intranquila, hizo todo un recorrido emocional por su relación. En el momento en el que entremezcla gallego y castellano ( «Caminaré baixo o seu ceo, vendo embarcar os mariñeiros / oliendo el mar, hallando paz, hallándote a ti aquí esperándome») el pellizco en el oyente resulta definitivo. 

Por ahora, Vega cierra este triángulo especial donde la admiración es mutua. Ferreiro y Xoel se intercambian canciones y suben al escenario juntos en multidu de ocaciones. El vigués acaba de grabar Dónde estabas tú con Vega. Y ella, por su parte, sueña con colaborar con Xoel en algún momento. Estas tres canciones desarman al oído más obtuso y marcan sendos hitos en la música de aquí, Galicia. Y de allá.