Guadalupe Plata: «No tienes que alejarte tanto de España para encontrar al demonio»

Javier Becerra
JAVIER BECERRA REDACCIÓN

FUGAS

cedida

Este singular trío andaluz volverá a Galicia el próximo fin de semana con un disco que ahonda en la investigación del folklore español desde el blues

22 feb 2019 . Actualizado a las 11:37 h.

Cinco álbumes con el mismo nombre que el grupo, un montón de intensos conciertos y, sobre todo, la construcción de un sonido turbador es el haber de los jiennenses Guadalupe Plata hasta la fecha. La próxima semana vuelven a Galicia. Antes hablamos con Carlos Jimena, su batería. 

­-De ustedes se dice que involucionan en lugar de evolucionar. ¿Qué les parece?

-Lo explica muy bien. Para nosotros no es tocar mal, sino ir hacia atrás a ver de dónde vienen las cosas. Yo creo que si vas a la base, encuentras cosas que te pueden aportar mucho. Hay una gracia muy particular en esa cosa de buscar en el lodo.

­-Hacen cosas como rebuscar en el blues americano de principios de siglo y, al tiempo, en el folklore andaluz del mismo tiempo. ¿Quieren unir dos mundos lejanos?

-Pueden parecer muy opuestos, pero no lo son tanto. En este disco nos hemos basado mucho en los documentales Raíces de TVE, que mostraban el folklore de los pueblos de España. Comparándolo con el disco Gris Gris, que nos ha servido mucho para fundamentar lo nuestro y ver como el blues se acercaba más a África y era más ritual, ves que el mismo mal rollo que había allí lo había aquí. O más. No tienes que alejarte tanto de España para encontrar el demonio.

­-¿Han mezclado la tabla de lavar de los «bluesman» de los veinte con la botella de anís de los pueblos andaluces?

-Claro. En Andalucía la botella de anís en Navidad para los villancicos está presente siempre. Pero, ojo, porque hacemos llamamientos de aniseros en las ciudades a las que vamos para que nos acompañen, pero no se anima mucho la gente. A ver si en Galicia tenemos más suerte.

­-Viéndolos en directo parece que busquen el trance. Hay un poco de exorcismo en su modo de afrontar los conciertos.

-Es muy difícil describirlo. Cuando tocamos es algo muy íntimo. Notas algo y sabes que tus compañeros lo sienten también. Los tres manejamos el mismo sentimiento y que la gente lo entienda es muy importante. A veces te aparece uno diciendo: «¡Es que no dicen hola en los conciertos!». Pues, claro, porque estamos a otra cosa, sumergidos en una historia que no puedes terminar un tema y soltar un chiste. En lo nuestro hay una intención de ritual.

­-Aparecieron en el tiempo junto a Pony Bravo. ¿Los ven como sus hermanos?

-Por supuesto que sí. Aparte de ser un grupo que me gusta, escuchándolo me doy cuenta de que tienen una idea en la cabeza bastante parecida a la nuestra. Aunque hagan otras cosas y se muevan en otros estilos, el fondo es similar. Tocar por gusto, hacer lo que queramos y exponérselo a la gente.

­-Y en los dos casos, haciendo un sonido muy universal, pero totalmente enraizado en la tierra. No hay duda de dónde vienen.

-Claro, sonamos como sonamos porque no hemos renegado de lo que somos. Escuchamos música americana, pero nunca dejando de saber que somos andaluces.

  • A Coruña Garufa, jueves 28, 21.00 horas 12/15 euros 
  • Ferrol Super 8, viernes 1, 22.00 horas 10/14 euros
  • Vigo La Iguana, sábado 23.30 horas 12/15 euros