La caja más famosa del cine

FUGAS

El deseo es un misterio. ¿Qué había dentro de la caja que abría Catherine Deneuve en «Belle de Jour»?

08 feb 2019 . Actualizado a las 08:30 h.

El deseo es un misterio. Freud desentrañó algunas de sus variables, ¿pero quién sabe lo que se esconde en la mente y los pulsos de cada uno de nosotros? Tal vez por eso, la caja china de Belle de Jour sigue fascinando como la primera vez que el cliente del burdel de Madame Anais levantó la tapa ante los ojos sorprendidos de Catherine Deneuve, hace ya 52 años. ¿Qué esconde la caja de ese hombre, que repugna a las prostitutas y fascina a la Deneuve? Luis Buñuel y su guionista Jean-Claude Carrière jamás lo dijeron. No veremos nunca lo que se esconde tras esa tapa lacada. Solo escuchamos un inquietante zumbido... ¿un insecto para algún experimento difícil de imaginar? ¿Un aparato electrónico menos perverso? Ahí está la clave, contaba Carrière. Al abrir la caja Catherine Deneuve en su recién estrenado papel de prostituta, se abre para nosotros el cofre del tesoro del deseo. Para ningún espectador esconderá lo mismo la caja. Es parte del juego de esta negrísima historia de sexo reprimido, esa mezcla de realidad y fantasía (sexual, claro), imposible de definir, con la Deneuve cimentando su imagen de mujer fría y misteriosa. Como su personaje, burguesa de pelo impecable y abrigos de Saint Laurent que se llevará a la tumba el contenido secreto de la caja.