Reconvertido en dúo, Ross y la cantante Skye Edwards han tomado las riendas de Morcheeba, una de las bandas británicas más interesantes del mundo a caballo entre el trip hop, el blues o el soul. Recalan en Pontevedra, dentro del ciclo local Voices
16 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Una oportunidad más que interesante, la de la cita pontevedresa, para comprobar el poderío vocal de la londinense, arropada por el buen hacer de Ross Godfrey.
-Son un dúo de supervivientes. Desde 1995 al presente. Incluso hubo un tiempo en el que no pudieron utilizar el nombre artístico de Morcheeba. ¿Cuán difíciles pueden ser esas situaciones?
-La verdad es que sí, hemos pasado por bastantes cambios en las últimas dos décadas, pero seguimos sintiéndonos fuertes. Siempre tenemos mucho optimismo sobre el futuro de esta banda.
-«Blaze away», su ultimo trabajo, llegó a mediados de este año. Es un gran ejemplo de cómo continúan mezclando géneros y melodías. Hay ecos del pasado pero también futuro en él. ¿Les resulta difícil seguir hacienda música en el 2018? ¿De dónde sacan la inspiración?
-Sentimos que el álbum es una muy buena representación del espectro de música en el que habita Morcheeba. Nos divertimos mucho haciéndolo y realmente no nos preocupamos a la hora de pensar cómo se juzgaría. Estamos influenciados por música como el blues, el country o la psicodelia, pero también por la música electrónica más moderna. Tomamos la inspiración de nuestras vivencias, de las cosas que nos rodean.
-¿Y el público? ¿Ha recogido bien sus canciones?
-Todo el mundo dice que adora el disco, así que estamos muy felices. Y la ausencia de Paul…
-¿Cómo de diferente es componer sin su presencia?
Esta ha sido la primera vez que Skye ha escrito la mayoría de las letras, por lo que es algo novedoso. Supongo que yo también he tenido que poner más de mí en la producción también. Paul será siempre una parte importantísima de esta banda y creo que ese hecho se nota incluso cuando él no está presente como tal.
-«Blaze Away» tiene un sonido orgánico. No es fácil escuchar este tipo de material estos días.
-Tocamos muchos instrumentos clásicos en el disco. Todo fue hecho de una manera muy natural. Creo que es hasta bueno no confiar demasiado en la tecnología moderna.
-Hay una canción en el disco, «Paris sur Mer», que resulta una pieza especialmente atrayente gracias a la colaboración de Benjamin Biolay. ¿Qué tendrá el francés para encajar tan bien con sus melodías?
-Es que es un lenguaje muy seductor. Somos grandes fanáticos de los viejos discos de Gainsbourg y Birkin, como Melody Nelson, así que queríamos hacer un dueto que estuviera a la altura.
-Morcheeba ha lanzado 9 álbumes y han vendido más de 10 millones de copias. Algunas personas solo sueñan con ello. ¿Cómo se vive con esa hazaña?
-Puede llegar a ser difícil de entender realmente. Lo que es bueno es poder recorrer el mundo y elegir una lista de un gran catálogo de música y poder luego disfrutarla con los fans, con el público. Tenemos mucha suerte y hemos trabajado muy duro para mantener nuestro espectáculo en la carretera.
-¿Y las normas? ¿Tienen alguna inquebrantable?
-Nuestra única regla es que solo podemos tener una botella de tequila sobre el escenario. Aunque esa norma se rompe con bastante frecuencia.