Nicolás Pastoriza: «Un día me dijeron que estaba entre David Bowie y Álvaro Cunqueiro»

FUGAS

XOAN CARLOS GIL

«PyME» es el título del álbum lanzado por el veterano músico vigués. Con él pretende trazar una visión sobre cómo es Vigo en el 2018, trufado de influencias británicas

11 nov 2018 . Actualizado a las 00:34 h.

En el año en el que se cumple el 50.º aniversario del White Album de The Beatles, Nicolás Pastoriza ha decidido lanzar PyME su disco doble particular. «Sí, la verdad es que el disco blanco de los Beatles y el Sing Of The Times de Prince son los dos discos doble por excelencia, los que te vienen a la cabeza», señala. Lo presenta en Santiago mañana día 10 (Sala Moon, 22.30 horas, 5/8 euros).

-Ahora que tiene estudio en casa se ha explayado de verdad.

-Sí, pude hacer el disco de una forma muy amplia. Antes en casa solo podías hacer cosas acústicas o electrónicas. Ahora puedes ir a por cosas más ambiciosas y grabar cuando quiero. El hecho de autoeditarme yo todo y de ponerlo todo de mi bolsillo me da una sensación de libertad amplísima. Yo creo más en la independencia que en el indie, que son cosas muy diferentes [risas]. La música indie empezó siendo independiente. Ahora es lo que es.

-¿Ha manejado la idea de un disco conceptual en esta ocasión?

-Como letrista me gustan mucho The Kinks. También discos como A Quick One o Quadrophenia de The Who. Eso es algo que no se acostumbra mucho a hacer, porque la forma de empaquetar la música ahora no facilita mucho eso. Las listas de reproducción que se hace cada uno para el móvil no permite eso.

-Bueno, mire ahora Rosalía: acaba de lanzar un disco conceptual y es el disco del año.

-Sí, iba a llegar ahí [risas]. Ese es un caso. A mí, de todos modos, me gusta que las canciones sean independientes por sí mismas y que luego, si las pones juntas, tengan un sentido. En el niño con la raqueta en el espejo aparecían mis recuerdos de infancia y cómo llegué a ser músico. Ahora en este hay un disco de referencia que usé: el Parklife de Blur. Me parece la última gran maravilla del siglo XX. Para mí es tan importante como uno de The Beatles. Ese disco está cargado de imágenes y refleja muy bien la época en la que está hecho: mediados de los noventa en Londres. Yo quise hacer uno similar pero en Vigo y hoy [risas]. Y por ahí viene la herencia de los propios Kinks.

-¿Admitiría que le diga que hace costumbrismo psicodélico?

-Sí, además el hecho de que siempre esté tocando tangencialmente la ciencia ficción como recurso, ayuda. Una vez alguien me dijo que estaba entre David Bowie y Álvaro Cunqueiro. A mí madre le encantó y a mí me dejó alucinado. Yo es que siempre he estado entre lo paranormal y lo municipal. Es el lugar en donde estoy a gusto. Relativizar la parte fantástica y fantasear un poco con la vida cotidiana: sacar cada cosa de su contexto y llevarla a otro plano. Lo que dices encaja perfectamente. De ahí viene Ovnis en Nigrán. Una de mis películas favoritas es Encuentros en la tercera fase, donde lo fantástico es el escape de sus propias vidas.

-Sale por ahí una misteriosa mujer de centro derecha.

-Fue un caso real de una antigua compañera de clase que me encontré un día por la noche y no paraba de hablar. Tenía esta forma de hablar que tiene ahora un montón de peña que va en automático todo el rato. Parece que están trabajando. Tienen sus negocios y llevan todo el tema de los contactos sociales a rajatabla. Te dice: «Puedes contar con mis contactos»

-¿Algo así como la filosofía de Linkedin llevada a las copas nocturnas?

-Sí, sí. De repente, le dices: «Oye que no te he pedido nada». Pero ella sigue, que va a hablar con fulano que lo conoce: «Tú lo que tienes que hacer es más presencia en las redes sociales» Dije que era de centro derecha por el aspecto. Me parecía una militante de Ciudadanos.

-También aparece Ellen Ripley de «Alien». ¿Quién es?

-Sí, lo suelo hacer: a gente que conozco la caracterizo como un personaje. Esta es una persona que conozco y que nunca será feliz. Sé quién es. La conozco, pero no puedo poner su nombre [risas]. Ripley es un personaje que está constantemente peleando contra sus propios demonios y nunca se libera de esa misión. Nada la puede separar de esos malditos bichos. Esta persona que digo pelea contra sus propios aliens. Y homenajeo a Sigourney Weaver, que soy muy fan.