Depedro: «La gente que habla de apropiación cultural denota mucha ignorancia»

FUGAS

MONICA IRAGO

Primero vendrá en acústico dentro del ciclo Momentos Mahou y los «acústiquísimos» de Alhambra, respectivamente. Después, llegará con banda. Galicia tiene tres citas con Jairo Zavala

13 oct 2018 . Actualizado a las 23:37 h.

Llega Jairo Zavala a Galicia con un disco nuevo pendiente de salida. Se trata de Todo va a salir bien, álbum que se edita el próximo 26 de octubre y que está plagado de colaboraciones con artistas como Coque Malla, Vetusta Morla, Luz Casal o Amparanoia. «Las colaboraciones siempre se han dado en la música y mi caso es uno más -explica-. La música es un diálogo y colaborar es algo natural. Aquí, además de juntarme con amigos y gente que admiro muchísimo, se celebran diez años de Depedro». Galicia lo espera hasta en tres ocasiones. El 18 de octubre en A Coruña (sala Bunker), el 23 de noviembre en Ourense (Centro Cultural Marcos Valcárcel) y el 22 de diciembre otra vez en A  Coruña (Playa Club).

-Su música es mestiza por naturaleza y va siempre acompañada del viaje. En una ocasión Xoel López decía que no es lo mismo tocar música brasileña, que estar en Brasil tocando con brasileños. Que la música así impregna de un modo más profundo. ¿Qué piensa usted?

-La experiencia directa es muchísimo más real y enriquecedora. No está el límite del formato que se reproduce de una manera. Allí se producen sinergias. Al tocar recibes esa energía y es algo incomparable. Además, Xoel siempre tiene razón. Lo que diga él yo lo asumo totalmente [risas].

-Viajar es parte consustancial a su música. ¿No podría hacerla de una manera más estática?

-Mmm... la música se nutre de ese diálogo que te decía antes. Hay que viajar mucho, explorar y colaborar con muchísima gente de todo el planeta. Sería mentir decir que todo eso no ha influido en mis canciones y las cosas que utilizo para vestirlas. Es una parte muy importante.

-¿Qué viaje supuso un cambio radical en su modo de vivir la música?

-Voy a citar uno, que además se plasmó en un documental, que es el que hice en Senegal. Ese país es uno de los referentes de la música occidental. Fue muy importante para mí. Mi familia vivió en África y todo eso supuso un reencuentro con la historia con la que me encontré de niño. Escuchar el ritmo en su esencia pura fue muy revelador. Los músicos senegaleses tienen una capacidad innata para hacer la música popular y compartirla con todo aquel que se apunte a escucharla. En uno de los idiomas que se habla en Senegal, el wólof, la música y el baile es la misma palabra. Eso creo lo dice todo.

-Eso de que todo empieza en África ¿es un tópico o es real?

-¿En la música popular? Desde luego. Es importantísimo.

-Este verano se ha puesto de moda la expresión «apropiación cultural», señalando a artistas que toman elementos de otras culturas y las integran en su discurso. ¿Qué piensa?

-Para mí es incomprensible que alguien esgrima eso como algo negativo. ¡Si nuestro país vive de la cultura americana! Vamos por la calle con vaqueros y zapatillas de deporte, no con alpargatas ni zuecos. Me parece infantil y absurdo. La gente que habla de la apropiación cultural es que no ha mirado a su alrededor y denota una mucha ignorancia.

-A lo mejor es que la apropiación cultural anglosajona está asumida. Pero no la latinoamericana o africana, por ejemplo.

-De verdad, es que me parece una pérdida de tiempo hablar de esto. Es ignorancia pura y dura y fundamentalismo. ¿Y sobre todo, quién se cree que la música le pertenece a alguien? ¿Quién ha dicho eso? La música es de todo el mundo. En cuanto la cantas es de la gente. Eso es lo que la hace grande.

-En paralelo también existe, a nivel nacional, una crítica al exceso de anglofilia. Se percibe desde el pop y el rock una mirada a las raíces y más allá. Usted ya hace tiempo que la hace. ¿Qué piensa de esa corriente?

-Es que a mí no me gustan los discursos excluyentes. Si a alguien le llena y le hace feliz escuchar una música de origen anglosajón me parece fantástico. Si le gusta de otro lado, también. Me parece hasta mal pensar que puedo llevar algo de ventaja en esto. Es una elección personal.

-Los dos primeros conciertos que dará en Galicia son acústicos. El tercero, con banda. ¿Es otro sino de los tiempos ese modo de adaptarse?

-A mí me encanta variar y enfrentarme al público lo más cerca posible, porque no hay artificios. En ese momentos tienes que conectar emocionalmente. Ese vértigo me fascina y me mantiene alerta y vivo.