«Nunca soñé cantar con Rosario»

La Voz

FUGAS

cedida

Belén López descubre al gran público su faceta de cantante con un disco personal y agradable, con palabras para el amor o la culpa, pero también para la crítica social.

15 jun 2018 . Actualizado a las 11:34 h.

Arropada por amigos y artistas, la actriz Belén López acaba de publicar su primer disco. Es, en cierto modo, una novedad para sus seguidores, pero no tanto para sus allegados, que conocían su afición por el canto y la música. Una liberación artística en la que Belén se deja llevar y se quita esa espinita que llevaba clavada. Se llama Desconcierto, y cuenta mucho de ella, pero también de otros.

-La pregunta es inevitable. ¿Por qué ahora? ¿Por qué Belén López decide que es el momento de sacar un disco?

-Es una necesidad con la que llevaba muchísimo tiempo pero ha sido ahora cuando se han alineado todos los astros. Aprecieron los hados y las hadas madrinas y... después de muchísimo esfuerzo ha salido Desconcierto. Son unos temas que hablan de mí, de mis sensaciones, de mis miedos, de mis intereses; y ahora ven la luz.

-¿Y que más van a encontrar de ti en él?

-Fíjate, yo nunca quise grabar un disco, sino más bien crear un espectáculo musical , y mi necesidad era expresarme sobre las tablas pero la unión con Añil Fernández ?su productor? me dio todas esas armas que me han servido para defenderme.

-¿Es «Añil» el que te anima a hacer el disco entonces?

-Es el que me dice que hay que hacerlo, que hay que grabarlo en directo y que tiene que quedar para la posteridad. Es un proyecto a fuego lento, hecho con calma, en casa, y con mimo, muy a la antigua. Por eso también las colaboraciones, fueron llegando y cantando donde quisieron.

-Las colaboraciones son de alto «standing»: Rosario, Vicente Amigo, Inma Cuesta, Antonio Carmona... Es una suerte comprobar que surgen de la amistad y no solo del típico movimiento comercial, aunque también ayude.

-Ni muchísimo menos. Imagínate. Ya dudaba en hacer un disco, como para hacer uno de colaboraciones. Se fueron dando las circustancias de una manera muy natural. Ocurrieron cosas mágicas. Yo nunca pensé que iba a cantar un tema con Rosario. Nunca, no pude ni soñarlo.

-Aún se la ve nerviosa al recordarlo.

-(Ríe) La verdad es que sí.

-¿Le ha comunicado algún compañero de profesión su sorpresa al verla ahora sacar un disco?

-Bueno, igual hay alguno que no lo sabía, pero yo he tocado durante muchísimos años, aunque ahora justo estuviera sin banda. Estuve en varios grupos con actuaciones regulares cada semana.

-Los comentarios son muy positivos.

-Y yo los agradezco muchísimo. Es que ha sido como un parto ?ríe?. Me encanta ver que a la gente le gusta. Es una alegría continua. Estoy muy satisfecha con la respuesta del público y de todo lo que me transmiten.

-Además muestra también cierto compromiso social, como en «Refugio», en la que habla de la difícil situación de los que tratan de salvarse huyendo de su país.

-Es que es necesario. Tenemos el deber, como artistas, de hacer pensar a las personas. Hay que despertar conciencia, para algo estamos aquí, si no, ¿para qué?

-Es un disco muy personal. Muy a través de sus ojos, podría decirse.

-Sí, hablo de las cosas que siento pero después de tratar también en la piel de muchas personas. Somos tan parecidos... Nos sentimos identificados por ello, y toco temas universales como la culpa, la responsabilidad, el amor, o el agradecimiento. Creo que por eso le ha llegado al público, porque son lugares comunes en los que nos encontramos y que compartimos a lo largo de nuestra vida.