Os Mutantes: «Somos niños, somos inmortales y vamos a vivir para siempre»

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Sérgio Dias (con la guitarra) junto a la formación actual de Os Mutantes
Sérgio Dias (con la guitarra) junto a la formación actual de Os Mutantes cedida

El ciclo SON Estrella Galicia trae a la banda brasileña que en los años sesenta dio la respuesta carioca a The Beatles y Beach Boys. Toda una leyenda pop que actruará el martes 29 de mayo en el Playa Club de A Coruña y el miércoles 30 en Radar de Vigo

25 may 2018 . Actualizado a las 11:21 h.

Corría 1999 cuando el excantante de los Talking Heads David Byrne recopilaba en un disco las que él consideraba que eran las mejores canciones de una poco conocida banda brasileña: Os Mutantes. Lo tituló Everything Is Possible: the Best of Os Mutantes y lo editó en un sello de world music llamado Luaka Bop. Gracias a la difusión que obtuvo en la crítica especializada una nueva generación descubrió al grupo. Supuso toda una revelación. Desde el rescate de Nick Drake o Big Star en los primeros noventa no había llegado de las telarañas del pasado algo tan fantástico. Aquella alocada mezcla de garage, bossa-nova, psicodelia y pop desarrollada en Sao Paulo entre 1966 y 1972 enamoraba al instante. El culto, empujado por la llegada de Internet y las redes de 2P2, pronto se hizo internacional.

«Nos sorprendió muchísimo todo aquello», admite Sérgio Dias, fundador del grupo y único superviviente de la formación original que completaban Rita Lee, Arnaldo Días y Ronaldo Leme. «Eso permitió que chicos jóvenes del underground conectasen con el tropicalismo. Poco a poco se fue creando una bola de nieve que llegó a todo el mundo». Su música -colorista, vital y juguetona- enganchó por su capacidad melódica, su arrebatadora originalidad y por esa facilidad de tender puentes entre Brasil y la música anglosajona del momento. Contemporáneos de The Beatles, Rolling Stones o The Byrds, le otorgaban a todo ello ritmo de Sao Paulo. «Es normal, somos brasileños pero al mismo tiempo estábamos expuestos a todo tipo de influencias», explica.

Cuando Sérgio Dias dice todas, son todas. Incluidos iconos tan aparentemente alejados de su órbita como Sara Montiel. «Fue una gran inspiración para nosotros», asegura. La mezcla se salpimentaba de una imagen de fantasía que conectada el arte y las drogas. «En los años sesenta, la imagen era una herramienta muy importante debido a la psicodélica, el LSD, la libertad de autoexpresión y la diversión», señala haciendo un especial hincapié en este último aspecto: «Jugábamos todo el tiempo y en todas partes. Eso claro que se reflejaba en nuestra música».

Han pasado varias décadas desde entonces. Y quizá se pueda valorar mejor hoy en día lo que supuso aquella revolución. «Si soy honesto, te diría que entonces todo fue totalmente inconsciente -asegura-. No nos dábamos cuenta de nada. Simplemente lo disfrutábamos». Ese carácter liviano despistaba a veces respecto a sus verdaderas intenciones. Por ejemplo, existe un tema de su disco Tecnicolor (1970) titulado El Justiciero, que se hizo muy popular en España sin que muchos sepan su verdadero significado. «Fue una manera un poco escondida de criticar a la dictadura militar en Brasil -explica-. Lo hicimos con mucho humor. La censura fue estúpida y tonta. Les decíamos las cosas en su cara y no se daban cuenta».

La canción sonará en los conciertos que darán en Galicia la semana que viene junto a grandes éxitos como Bat Macumba, A Minha Menina, Ando Meio Desligado o Jardim Elétrico. La banda que tuvo una reunión fallida a finales de los setenta, volvió a la carga en el 2006, empujada por su inesperada popularidad y materializando el deseo de los nuevos fans.

Muchos ya los pudieron ver en el 2010 cuando participaron en el festival Vigo Transforma dentro de los eventos musicales del Xacobeo 10. Ahora retornan asegurando que el tiempo no ha pasado por ellos. «Os Mutantes del 2018 son exactamente lo mismo que en los sesenta. Somos niños, somos inmortales y vamos a vivir para siempre», proclama Dias, que considera que su mensaje sigue tan vigente como en los sesenta: «Es un tema de honestidad. Nosotros seguimos haciendo la música desde el corazón».