Aún brillan los destellos de su papel en «Suburbicon», la última película de George Clooney, y ya la tenemos de nuevo en pantalla con «El museo de las maravillas»
06 ene 2018 . Actualizado a las 09:28 h.Julianne Moore vuelve a las pantallas con El museo de las maravillas, dirigida por Todd Haynes, una película en la que los elementos lo no verbales tiene una gran relevancia y en la que aprendió el lenguaje de los signos para entenderse con la joven actriz sorda Millicent Simmonds, una de las protagonistas.
-¿Qué le ha aportado comunicarse con signos?
-Realmente aprendí a expresarme en otro idioma. Ha sido mi primera experiencia con la cultura de los sordos y debo reconocer que fue algo extraordinario, un regalo.
-Con esta película debuta Simmonds, ¿resulta más complicado trabajar con noveles?
-Un actor es un actor, no importa su edad o su experiencia. Yo trato a cualquier actor con quien trabajo como un colega profesional, no me gusta categorizar dependiendo de la edad, el género o su raza.
-Esta ya es su tercera película con Haynes.
-Es una suerte volver a trabajar con Todd Haynes, porque siempre es una maravillosa experiencia. Como cineasta demuestra una y otra vez su responsabilidad con la narración y los personajes, es un artista muy auténtico.
-¿Entendió la vida desde la perspectiva de un sordo?
-Es imposible entenderlo por completo, como persona que me he educado escuchando. Sin embargo, este filme me ha permitido ir hasta el umbral de su cultura y ver ambos universos. Ha sido un auténtico privilegio.
-¿Cómo se preparó para el papel de actriz de películas mudas?
-Me inspiré en las actuaciones de la actriz Lillian Gish. Vi las películas The Wind y The Crown, de 1928. Gish fue una actriz increíblemente expresiva, muy diferente. Las películas mudas me fascinan porque te permiten concentrarte en el aspecto humano de la historia, en el lenguaje corporal.
-¿Había leído el libro?
-Sí. Es extraordinario. Cuenta la historia de unos niños que tratan de encontrar a sus padres, pero que al final terminan encontrando su comunidad, el lugar al que pertenecen. Creo que es un mensaje, el del diálogo, muy importante para los tiempos que vivimos. Son dos jóvenes sordos a 50 años de distancia. Vivimos en un tiempo muy difícil, nuestra sociedad se ve amenazada por líderes con comportamientos degradantes.
-Usted es una de las voces públicas más críticas con Donald Trump en Estados Unidos. ¿Siente esperanza por el futuro?
-Por supuesto. Este mismo año hemos sido testigos del valor de aquellos que se atreven a hablar alto, a expresar sus opiniones sin aceptar el comportamiento de esos líderes. Creo que somos testigos de un tiempo importante de aprendizaje. Las voces de otros nos ayudan a validar la nuestra y nuestra experiencia. Somos más fuertes unidos, como una fuerza humana, luchando contra la violencia y el asalto sexual, el sexismo o el racismo.
-Su hija ha debutado como modelo. ¿Le asusta que siga sus pasos?
-No. Es una maravillosa estudiante y una gran chica. Desde niña ha entendido la diferencia entre ficción y realidad, entre ver una película y distinguir el concepto de lo que es una ilusión, y eso lo aplica también en el mundo de las modelos.
-¿Le ha aconsejado contra el rechazo y las criticas?
-Claro. Es importante entender que no todo el mundo comparte tus opiniones, especialmente en el mundo del arte.