El gallego de «Narcos»: «En Cambados me ven en sueco, aunque no entiendan nada»

FUGAS

Martina Miser

Lo presentan como sueco pero las raíces de Matías Varela (Estocolmo, 1980) no pueden ser más gallegas. O mejor dicho, cambadesas. Es la revelación de la tercera entrega de «Narcos»

10 nov 2017 . Actualizado a las 10:12 h.

Colgó los hábitos de albañil hace ocho años por una locura: el cine. En un país donde el apellido y el físico lo delatan, costó ser uno de los suyos. Colecciona papeles de malo sin despeinarse. No le ha ido tan mal. Lo nominaron en dos ocasiones a los Guldbagge, los Goya del cine sueco. De la mano de Netflix, el público de medio planeta asocia ahora su rostro al de Jorge Salcedo.

Aviso importante: la entrevista contiene spoilers

 -¿Cómo ha sido ponerse en la piel de un personaje real como este? Jorge Salcedo vive en el más estricto anonimato después de enfrentarse al cartel de Cali…

-Me pareció un papel interesante porque él eligió esta vida por avaricia, no por necesidad. Tenía estudios, una esposa con un trabajo de éxito como abogada, casa, hijos… Me pregunté: ¿por qué un hombre que tiene todo elige meterse en un mundo como este? Creo que tenía la necesidad de ser alguien con poder.

-¿En algún momento te has sentido identificado con él?

-Para nada. No me metería en ese tipo de líos.

-¿Y sabes qué opina él de tu interpretación?

-Nunca tuve trato con el auténtico Salcedo. Tampoco me pareció relevante, no quería contaminar la interpretación. Sí se reunieron con él gente del equipo de producción de Netflix. Sobre el resultado final, un agente de la DEA del que soy amigo me hizo llegar su aprobación.

-¿Crees que es uno de tus mejores papeles?

-En EE.UU. estoy recibiendo muy buenas críticas. Y, en siete años, ¡es la primera vez que no hago de malo! Salcedo es un bueno entre comillas. Un bueno-malo.

-¿Se ha notado el paso por una producción como «Narcos»?

-Sí que abre las puertas. Aunque ya hice dos películas gringas y estuve en un par de series, es un papel grande, el primero protagonista que tengo fuera de Suecia. Y esta es la cuna del cine.

-¿Sabes que muchos actores españoles renuncian a saltar el charco por miedo a encasillarse en el rol de malos?

-¡Ay, qué sensibles son los actores españoles! Yo no puedo permitirme eso. Mira, antes trabajaba en el mundo de la construcción y te puedo asegurar que cualquier papel es mejor.

-¿Se ha superado ya el vértigo de estar a la altura de las dos primeras temporadas?

-Había mucha presión. Sin Pablo Escobar se creía que no iba a tener tirón, pero hay críticas que dicen que esta tercera temporada es aún mejor.

-¿Hay «Narcos» para rato?

-Sí, continúa, pero ya con otros actores. La cuarta temporada traslada la acción a México.

-En Colombia muchos critican esta obsesión con un pasado que quieren superar…

-Estuve en el país hace poco y puedo decir que no tiene nada que ver con la Colombia de los años 80 y 90 que retrata Narcos. Esto es arte y, además, no se glorifica. Todos los personajes acaban mal, muertos o en la cárcel. Mi personaje tampoco sale bien parado.

-La serie también es una mezcla de acentos. Hay espectadores que se han quejado por eso.

-Hablo español, sueco, inglés, gallego y hasta portugués. Me crie en Estocolmo con mis padres, que son de Cambados, y con amigos chilenos y argentinos. Mi español puede sonar algo raro, sí. Pero, por el momento, no vi ninguna crítica sobre mi acento. De todas formas, creo que si la gente se fija en eso y no en la interpretación es que no haces bien el trabajo.

-¿Tú pasaporte qué pone?

-Nací en Estocolmo, donde me crie y vivo, pero mi pasaporte es español. Es cierto que hace diez años aquí no me llamaban sueco. Las cosas cambian mucho cuando haces cosas interesantes, sales en los medios…

-Entonces, ¿de dónde te sientes?

-Cambadés y estocolmita. Ni español ni sueco. Si voy a Madrid soy un turista. Si voy a Gotemburgo lo mismo. Mira, voy a hablar de política. El nacionalismo, cuando categoriza las cosas, solo trae problemas. Al fin y al cabo, todos somos humanos.

-¿Te mojas si te pregunto por un equipo de fútbol gallego?

-¡Claro! ¡Celta de Vigo!

-¿Vas mucho por Cambados?

- ¡Sí! Este verano hasta di el pregón. Siempre que junto dos semanas me vengo. Tengo un bebé que no llega a los dos años y ya estuvo aquí tres veces.

-¿Cómo vives en tu casa gallega la popularidad?

- Soy una persona bastante sencilla. Tengo mi pandilla de toda la vida de Cambados. Amigos que ven todas las pelis, aunque sean en sueco y no entiendan nada. Igual piensan que soy un paquete.

-¿Y tus padres?

-Mi madre no para de llorar. Mi vida como hijo de emigrantes no fue fácil. Pero yo también estoy muy orgulloso de ellos. Por ellos llegué hasta aquí.

-¿Te quedarás por Hollywood o regresas a Estocolmo?

-En los últimos 4 años he rodado en 15 países. En donde salga trabajo ahí estás. Solo puedo decir que el de Salcedo no será mi último papel en Estados Unidos.